La madre de una víctima del Instituto Próvolo calificó la primera condena del caso como "un gran triunfo". Paola González dijo a radio Nihuil que los acusados "siempre iban a negar" las violaciones y consideró la declaración de culpabilidad de Jorge Bordón como "una afirmación de que los chicos no mintieron".
El ahora condenado por uno de los casos más resonantes y aberrantes que tuvo Mendoza en los últimos tiempos, admitió la culpa durante un juicio abreviado y recibió la pena de 10 años de prisión.
Bordón era monaguillo en el instituto para niños hipoacúsicos y estaba señalado como el autor de violaciones a cinco menores de edad.
Tras afrontar el primer juicio, González resaltó que esta declaración "cambió todo pero no deja de ser doloroso".