La tormenta que se abatió sobre San Rafael en la tarde de este miércoles fue una supercelda, es decir, una feroz conjunción de altitud y potencia de una celda que cruzó desde Rama Caída con desplazamiento noreste.
El fenómeno precipitó granizo en seco, luego granizo más grande con lluvia y fuerte viento. Algunos de los distritos más afectados fueorn Rama Caída, Cuadro Benegas, Cuadro Nacional y sectores como Rincón del Atuel, Ciudad, El Cerrito, etc.
Los daños fueron en cultivos, en árboles y en alumbrado público, además de algunas casas con problemas en techos y filtraciones. Los árboles o grandes ramas caídas se cuentan por decenas y decenas. Hay grandes ejemplares caídos en lugares como Rama Caída (sobre todo calle Arancibia), Cuadro Nacional y muchos puntos más, como en calle Florida casi Pedro Vargas, Pueblo Diamante, calle Venezuela, etc.
El sistema de Lucha Antigranizo trabajó con dos aviones que realizaron vuelos de siembra por más cuatro horas. Las naves sembraron en base y tope desde las 14 hasta las 18. La manga de tormenta registrada abarcó una superficie extensa. En las primeras observaciones se pudo calcular que alrededor de 7 mil hectáreas cultivadas fueron afectadas por granizo de distinto tamaño. El informe final sobre el daño en los cultivos y la superficie podrán se conocerán con el recorrido de los peritos.
"No nos dejó nada, estamos sin nada", comentó Alfredo, un trabajador de una finca de Rama Caída mientras precisaba los lugares con árboles caídos.
En calle Venezuela del barrio San Rafael una mujer le agradeció a Dios que una rama del árbol, que cayó sobre su techo quedó parada sosteniendo el peso del ejemplar. Creer o reventar, pero ella dijo "vengo de la capilla de rezar y me encontré esto". El árbol tenía un expediente para su erradicación desde hace tiempo.
Un operario de Vialidad que estaba cortando un árbol caído sobre una casa en Rama Cáida fue claro: "Ustedes que tiene llegada a la gente díganle a la gente que cuando pasamos nos deje cortar los árboles, porque generalmente no quieren cortarlos por la sombre, pero están todos secos, habría que sacarlos a todos", dijo haciendo un gesto con la mano en dirección a los árboles vecinos. "Cuando los cortamos de adentro sale puro polvo, están todos para erradicar", añadió un compañero.
Todos coincidieron en que de fortuna no se producen más tragedias porque el estado de los árboles es malo y estas tormentas lo recuerdan.