Ubicada en la galería Tonsa y con una capacidad para 2.200 espectadores, es hoy ámbito de palomas y roedores.

El City, aquella sala que nos sorprendió con el Cinerama

Por UNO

Una ciudad sin cines tiene los ojos vendados. No hay un haz de luz que le abra paso a la imaginación. En esa oscuridad quedó sumido el centro de Mendoza desde que la última sala -la del Universidad, que se situaba en la calle Lavalle, donde antes funcionaba el maravilloso cine Cóndor- cerró sus puertas.

Todas las demás ya se habían entregado al olvido y a la metamorfosis desde hacía tiempo: el Ópera y el Lavalle, se convirtieron en playas de estacionamiento, el frente del Gran Rex fue transformado en salones comerciales. El América en un templo evangélico. Mientras, el Mendoza, que funcionó como teatro y cine, aún está en período de transformación.

En este páramo cinematográfico en el que se convirtió el corazón de la capital, existe aún una sala deterioradísima, en la que anida el olvido y cientos de palomas: el cine City.

Esplendor de ayer, deterioro de hoy.

Ubicado en el primer piso de la mítica y también devaluada galería Tonsa, el City brilló con esplendor hasta mediados de los '80.

Poseía dos pisos y 2.200 localidades. En la década del '60, el City fue el primero en transmitir con la tecnología de Cinerama en Mendoza. También fue escenario de obras de teatro y recitales.

Sin embargo, hace tres décadas que cerró sus puertas y nadie le puede dar un destino a esa inmensa sala abandonada.

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Diario UNO intentó dar con los dueños -hasta donde se sabe, la sala pertenece aún a la firma Sarcinella, quienes también son titulares de Litografía Cuyo- pero no fue posible encontrarlos.

Sí se supo que el City está en venta. Curiosamente, la inmobiliaria que lo ofrece es Díaz Bessone, y no es de Mendoza, sino de Ciudad de Buenos Aires.

El anuncio reza: "Ex Cine City de la Ciudad de Mendoza, ideal para diferentes emprendimientos comerciales. Óptima ubicación en el corazón de Mendoza".

El local tiene 4.000m2 de superficie cubierta, y se vende por un millón y medio de dólares.

Desde la inmobiliaria aseguraron haber tenido algunas propuestas de compra de la sala, ninguna relacionada con las proyecciones cinematográficas, pero no se han concretado.

¿Pero qué dicen los comerciantes acerca de esta sala abandonada?

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Las quejas

Quienes poseen locales en las inmediaciones del City, se quejan porque el lugar se ha convertido en un foco infeccioso: el techo está roto y el piso hundido, y en su interior anidan -según aseguraron los comerciantes consultados- no sólo palomas, sino también vinchucas y roedores. De hecho, Capital realizó una desinfección en 2011 y se sacaron de su interior 1.500 kilos de excremento de aves.

Uno de los vendedores de un sex shop colindante con la sala aseguró "hace un tiempo tuvimos que cerrar las entradas con tabiques de madera y chapas, porque se metían a dormir personas que viven en la calle. Llamamos al municipio, pero nunca más vino nadie a limpiar ni a solucionar el problema".

Por el momento, el City sigue con los ojos cerrados. Y difícilmente los vuelva a abrir para transmitir películas. Pero es, en si mismo, un documental viviente de la decadencia de las salas en el centro de la ciudad.

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Foto: Fernando Martínez / Diario UNO.
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Foto: Fernando Martínez / Diario UNO.
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Foto: Fernando Martínez / Diario UNO.
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Foto: Fernando Martínez / Diario UNO.
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