Durante los alegatos de clausura en el juicio por jurado, el fiscal Carlos Torres pidió que declaren culpable al sospechoso por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Detalló que Juan Piña le había advertido a la víctima fatal "que se la iba a poner. Y qué mejor ocasión que cuando Kevin Muñoz estaba solo, a una distancia de calle y el asesino se encontraba con sus soldaditos armados".
El magistrado buscó rebatir la teoría de la legítima defensa, aunque admitió que la víctima fatal también efectuó disparos al momento del crimen: "Es demencial pensar que fue a atacar a un grupo de personas que lo superaban en número, en armas y que era absolutamente posible terminar muerto. ¿Quién emprendería una lucha sabiendo que está perdida? Kevin Muñoz disparó pero después de ser recibido con una lluvia de balas".
Por su parte, el abogado defensor Eduardo Annibaldi ratificó su teoría sobre que su cliente se defendió de un ataque armado. "Juan Piña no hizo nada malo, solamente se defendió. Estaba con su mujer y ocho menores de edad en la casa donde fue a tirotear Kevin Muñoz", planteó. Además expuso que la Policía demoró entre una hora y una hora y media en llegar al lugar, momento en el cual el supuesto "Patrón del Barrio" y sus soldaditos podrían haber levantado los casquillos de las balas, pero no lo hicieron.
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Juan Piña será condenado a una pena de entre 10 y 33 años de cárcel.
Crimen en Godoy Cruz
EL 18 de noviembre de 2023, minutos antes de la medianoche, Kevin Muñoz se encontraba en la casa de su novia ubicada en la zona de la Isla, en el interior del Campo Papa. En un momento salió a la calle para ir a comprar a un almacén, pero se encontró con la muerte. Recibió dos disparos que terminaron con su vida en cuestión de segundos. Los testigos apuntaron rápidamente contra Juan Piña, un vecino del lugar. De hecho, fue detenido y le encontraron rastros de pólvora en sus manos, por lo que terminó imputado en la causa.
Distintos testigos, algunos de identidad reservada, aportaron datos sobre la mala relación que existía entre la víctima fatal y el presunto autor del crimen. Y ambos tenían un punto en común: Sandra Yaqui Vargas, la jefa narco del oeste de Godoy Cruz que desde hace varios años se encuentra detenida. La pareja de Kevin Muñoz es directamente sobrina de la Yaqui, aunque en el expediente aseguró que no tiene relación con esa parte de su familia.
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Por el contrario, los testigos apuntaron a que Juan Piña era quien continuaba vendiendo drogas en esa zona bajo la anuencia de la Yaqui Vargas. Incluso señalaron que tenía buena relación y solía andar con algunos de sus soldaditos, hijos y otros familiares del clan Vargas.