El filósofo esloveno Slavoj Zizek escribió un artículo que fue publicado en marzo pasado en la revista Newsweek. En éste, el intelectual señala en uno de sus párrafos: "Lo único realmente sorprendente sobre los Panamá Papers es que no hay ninguna sorpresa en ellos: ¿No sabíamos de modo preciso lo que esperábamos aprender allí? Aunque una cosa es saber sobre las cuentas bancarias offshore en general y otra tener pruebas concretas. Es como sospechar que nuestra pareja nos engaña, uno puede aceptar el conocimiento abstracto, pero saltamos de dolor cuando accedemos a los detalles más escabrosos. Y cuando uno tiene fotografías de lo que está pasando... así que con los Panamá Papers ya estamos frente a las imágenes más sucias de la pornografía financiera del mundo de los ricos, y ya no podemos pretender que no sabemos".

Zizek es contundente, claro y deja entrever cómo la corrupción, la mentira, el ocultamiento y el engaño son algunas de las características que muchas veces se pueden apreciar en el ámbito político. Ahora, lo interesante de esta situación es que nos llame la atención cuando sale a la luz que algún político comete un ilícito. Que ésto ocurra nos tiene que dar vergüenza, pero más aún nos tiene que avergonzar nuestra tolerancia ante estos hechos. No puede ser que tal poder se ría de nosotros en la cara.

Entonces, ¿qué hacemos? La primera y predominante reacción es la explosión de furia moralista, la condena social y la indignación. La segunda creo que es actuar contra los políticos, banqueros y gerentes codiciosos. Hay que ser conscientes de que el sistema legal y económico siempre les facilita que actúen con esa avaricia desmedida.

En su ensayo, el filósofo esloveno explica que los Panamá Papers sirven precisamente para dejar sobre el tapete que la corrupción no es una desviación contingente del sistema capitalista global, sino que es parte de su funcionamiento básico. De esta manera, queda claro -como se dijo antes- que la política es amiga de la corrupción, la mentira, el ocultamiento y el engaño.

Esta realidad es triste y nos golpea a diario la puerta, los bolsillos. Además, surge la eterna división de clases como la describió el filósofo y sociólogo alemán, Karl Marx. Queda a la vista de manera clara y precisa cómo los ricos viven en un mundo separado en el que se aplican reglas diferentes, en el que el sistema legal y la autoridad se inclinan a su favor y no solo los protegen, sino que siempre están preparados para torcer sistemáticamente las leyes para acomodarlos.

Ahora, hay que admitir que los Panamá Papers son una muestra de lo que pasa en la política internacional y de la cual Argentina no está exenta debido a que el actual presidente Mauricio Macri está involucrado. Parece una historia sin fin en la cual a diario aparece algún exdiputado, senador, gobernador o funcionario público imputado. Todos están en la misma bolsa y forman parte de un dominó infinito.

Entonces, ¿qué esperamos como sociedad para actuar? ¿Acaso queremos que aparezca un nuevo documento que revele la pornografía financiera y política que actúa a espaldas nuestra? La respuesta a estas preguntas son las mismas que manifestó Zizek: "¿Por qué se lamen los perros? Porque pueden".

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Foto: Télam
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