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El peligro de la miel para los bebés es que este producto suele contener una bacteria alojada en sus esposa: la Clostridium botulinum. Claro que los niños ya con cierta edad y los adultos pueden tolerara y metabolizar fácilmente esta bacteria, pero los bebés todavía no tienen un sistema digestivo desarrollado que impida la germinación de las esporas y, en definitiva, la contaminación interna.
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Las consecuencias de consumir miel para los bebés pueden llegar hasta ser mortales, ya que esta bacteria está asociada con el botulismo infantil, misma enfermedad que puede contagiar el consumo de carne molida antes de los 5 años de edad. Además hay que tener en cuenta que la miel no es para nada importante en la dieta alimentaria de los más pequeños, por lo que es fácilmente obviarla.