En entrevistas con una docena de parejas que se han casado recientemente o tienen previsto hacerlo, casi todas afirman que han tenido que hacer cambios debido a la inflación, ya sea optar por flores falsas en lugar de auténticas o casarse en febrero en lugar de en junio. Aunque los presupuestos oscilaban entre los 2.000 y los 250.000 dólares, en todos los casos los costes se habían disparado en el periodo previo al gran día. En algunos casos, las parejas dijeron que los proveedores acabaron subiendo los precios cuando ya habían firmado el contrato, alegando la inflación.
►TE PUEDE INTERESAR: Los que sí se casan
El aumento que duele en las bodas
El reciente repunte de la inflación, que comenzó en 2021, ha hecho subir los precios de los artículos de primera necesidad para las bodas. Pero lo más importante, según los economistas, es que el aumento del coste de la mano de obra -como consecuencia de tener que pagar salarios más altos a los empleados para seguir el ritmo de la inflación- ha alterado las normas de fijación de precios del sector.
Las bodas suelen requerir mucha mano de obra, docenas e incluso centenares de personas para tareas como poner las mesas, servir el catering, servir las bebidas y hacer las fotos. Aunque los precios de productos como los huevos y el alcohol se han enfriado recientemente, es poco probable que los costes laborales bajen del mismo modo.
La nueva tendencia en bodas
Rosie O'Connor es coordinadora de bodas, pero cuando llegó el momento de su propia boda, en febrero, adoptó un enfoque muy diferente: Se fugó. Lo que se conoce ahora como "elopement" que es un tipo de boda que se lleva a cabo de forma repentina y secreta o sin familiares ni invitados.
Con el rápido aumento de los precios, O'Connor dice que se hizo más difícil justificar la boda de 50 personas que había querido originalmente. En su lugar, ella y su prometido, Andrew, volaron a Charleston (Carolina del Sur), dieron el "sí, quiero" en una biblioteca pública y gastaron su dinero en un buen hotel y cenas de lujo. El precio final: algo más de 2.000 dólares.
BODA 1-BANCO.jpg
Los joyeros y floristas ofrecen alternativas más económicas para no perder sus ventas, que se han visto disminuidas por la inflación.
Los vendedores se están dando cuenta. Los joyeros están almacenando diamantes creados en laboratorio para satisfacer la demanda de anillos de compromiso más baratos. Los floristas están creando kits de "hágalo usted mismo" para las parejas que deseen montar sus propios ramos y centros de mesa. Y los DJ de bodas ofrecen karaoke y juegos de preguntas y respuestas para celebraciones más pequeñas en las que no hay suficientes invitados para llenar una pista de baile.
El tamaño medio de las bodas se ha reducido drásticamente desde la pandemia. Las grandes fiestas con más de 200 invitados, que solían suponer el 20% de su negocio, representan ahora menos del 5%. Cada vez más parejas optan por celebraciones más pequeñas, con menos de 100 personas.
Qué dicen los economistas sobre las bodas
Los economistas afirman que la inflación puede influir enormemente en la percepción económica de la gente. La rápida subida de los precios de la alimentación, el gas, los servicios públicos y otros artículos de primera necesidad ha dificultado a muchos la planificación de sus gastos futuros.
Al mismo tiempo, un mercado inmobiliario desorbitado ha dejado fuera de juego a los compradores de su primera vivienda, lo que hace que muchos adultos jóvenes se sientan especialmente desanimados por la economía reticentes a la hora de organizar una boda.
Fuente: The Washington Post