La seguridad de Nueva Orleans se convirtió en una prioridad tras el ataque, que ocurrió en medio de las celebraciones de Año Nuevo y cuando la ciudad ya se preparaba para el Carnaval, un evento internacionalmente famoso.
El gobernador de Louisiana, Jeff Landry, declaró el estado de emergencia y autorizó la movilización de más recursos para reforzar la seguridad antes de los grandes eventos programados. Las autoridades locales están bajo presión para mejorar las medidas de protección, especialmente después de que el atacante eludiera las barreras de seguridad al conducir por la acera.
Plan de seguridad integral
La alcaldesa Cantrell solicitó ayuda federal para que expertos en seguridad evalúen la ciudad, mapeen las zonas más vulnerables y determinen si las actuales barreras y controles son suficientes para proteger a los asistentes.
Además, Cantrell impulsó una solicitud para elevar la seguridad del Mardi Gras al nivel federal más alto, conocido como SEAR 1, que proporciona un nivel de protección más extenso, similar al que se otorga al Super Bowl.
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Integrantes de FBI custodian, el 2 de enero de 2025, en la zona donde se llevó a cabo el ataque, en Nueva Orleans. Crédito: EFE/ Octavio Guzmán.
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Las autoridades de Nueva Orleans también están implementando un "plan de seguridad integral" para los desfiles, asegurando que se reforzarán las medidas de protección para garantizar la seguridad de los participantes y espectadores.
Con el Carnaval pronto a comenzar y el Super Bowl en febrero, Nueva Orleans se enfrenta a un gran reto para asegurar que estos eventos se desarrollarán sin incidentes y sin poner en riesgo la vida de sus ciudadanos y visitantes.
Fuente: CNN en español y EFE.