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Este fenómeno único ha convertido a Guam en un laboratorio natural que demuestra cómo la eliminación de un solo elemento del ecosistema puede desencadenar cambios dramáticos.
Las dos especies sobrevivientes apenas subsisten en cuevas inaccesibles y áreas urbanas. Actualmente, se estima que hay dos millones de estas serpientes en la isla, que devoran desde ratas y lagartijas hasta restos de comida humana, e incluso se alimentan entre ellas mismas.
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El imperio de las ocho patas
La ausencia de aves ha permitido que las arañas prosperen de manera extraordinaria. Un estudio realizado por la profesora Haldre Rogers y su equipo reveló cifras asombrosas: durante la temporada de lluvias, la población de arañas en Guam es 40 veces mayor que en las islas cercanas de Rota, Tinian y Saipan.
Los bosques se han convertido en una intrincada red de telarañas que se extiende por kilómetros, albergando una variedad de especies como las arañas bananeras de vientre amarillo, arañas cangrejo cazadoras del tamaño de una mano humana, y las que construyen "condominios" de seda que albergan decenas de arañas.
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Esta isla en Estados Unidos es única en el mundo.
Las estimaciones sugieren que hay entre 508 y 733 millones de arañas en los bosques de Guam, considerando solo aquellas que viven a dos metros del suelo. La situación es tan extrema que los excursionistas deben usar palos para despejar las telarañas mientras caminan, ya que estas cubren prácticamente cada espacio entre los árboles.
