En 2017, el papa Francisco recibió a Donald Trump en el Vaticano durante su primera presidencia. Aunque el encuentro fue protocolar, la relación entre ambos fue tensa, muy distinta a la que el Pontífice mantuvo con Barack Obama o Joe Biden.

El papa Francisco bendijo el segundo mandato de Donald Trump

A pesar de ese historial y de que Donald Trump volvió con un discurso cargado de promesas sobre deportaciones masivas, el papa Francisco cumplió con el protocolo al inicio del nuevo mandato del republicano en enero pasado. Le envió bendiciones y oraciones, pero también lanzó una advertencia: “Será una desgracia la deportación de inmigrantes”.

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El mensaje del Vaticano pedía a Dios sabiduría y fortaleza para Donald Trump, y deseaba que su liderazgo promoviera una sociedad sin odio ni exclusión. Francisco subrayó que esperaba avances hacia la paz y la reconciliación en un mundo marcado por la guerra y otros desafíos.

El papa Francisco y los inmigrantes

Cuando Donald Trump asumió y anunció sus políticas migratorias y recortes a la ayuda internacional, el papa Francisco fue contundente. En una carta enviada a 280 obispos estadounidenses, les pidió defender a los migrantes y recordó que “Jesús fue un migrante”. También advirtió que no se puede equiparar a un inmigrante en situación irregular con un criminal.

Francisco fue claro: deportar a personas que huyen de la pobreza, la violencia o la persecución atenta contra su dignidad y los deja aún más vulnerables. Reconoció el derecho de los países a protegerse, pero advirtió que expulsar a estas personas solo agrava su sufrimiento.

En esa misma carta, que tituló “A mis hermanos”, el Papa Francisco pidió a la Virgen de Guadalupe que cuide a quienes sufren la migración o la deportación.

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La Casa Blanca criticó al Papa Francisco

La respuesta desde la Casa Blanca llegó rápido. Tom Homan, encargado del tema migratorio, criticó a Francisco y le pidió que se concentrara en la Iglesia y dejara la frontera a ellos.

La tensión creció aún más cuando la Iglesia, a través de Caritas Internacional, denunció el recorte de fondos a la Usaid como una amenaza para millones de personas. Aseguraron que esta decisión podría desestabilizar regiones enteras y condenar a muchos a la pobreza o la muerte.

Donald Trump nombró a Brian Burch, un ultraconservador crítico del Papa, como embajador ante el Vaticano. Por su parte, Francisco designó como arzobispo de Washington a Robert McElroy, un líder progresista dentro de la Iglesia.

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