Ernesto Suárez y Marcelo Lacerna se presentarán esta noche, a las 22, en el teatro Imperial de Maipú con esta comedia que ya es un clásico mendocino.

Ni fu ni fa sigue vigente

Por UNO

Por María Echegaray

"Ni fu, ni fa... ni chicha, ni limonada; ni carne, ni pescado; ni muy muy, ni tan tan; ni sí, ni no; ni blanco, ni negro... Así somos los argentinos, así seguimos y este parece ser nuestro destino. Fontanarrosa y nosotros no hacemos otra cosa que aprovechar tanto material agregándole una sonrisa, una mirada crítica, un guiño cómplice y un poco de sanata, para ofrecerle al público un menú que esperamos sea del agrado de todos".

Así es como los ya consagrados Ernesto Súarez y Marcelo Lacerna presentan a Ni fu ni fa,la divertida obra que estarán presentando esta noche, a las 22, en el teatro Imperial de Maipú.

Basada en los clásicos cuentos del Negro Fontanarrosa vuelve a los escenarios la puesta que fue estrenada en el 2001 y que ya lleva trece exitosas temporadas en la cartelera mendocina siendo acompañada y apoyada por el público año tras año.

"Con Marcelo siempre fuimos fanáticos de Fontanarrosa, un día nos juntamos y dijimos vamos a llevarlo al teatro, así lo hicimos y hoy ya vamos por la décimo tercera temporada", recordó El Flaco.

"Es que el Negro es un monstruo de las cosas comunes. En todos sus cuentos y relatos la gente se siente muy identificada. Nosotros, además, hacemos un buen trabajo, hay una adaptación muy bien pensada, con condimentos y elementos bien mendocinos y así como en La sanata criticamos a todos los que hacen sanata, es decir a los machistas, aquí, en cambio hablamos de todos los tipos de perdedores", continuó.

A través del espíritu de personajes que en lugar de bajonearse por la crisis desarrollan la ilusión desde la mesa de un bar, Suárez y Lacerna desmitifican al guapo argentino. Ambos se meten en la piel de una sufriente madre que cree educar correctamente a su hijo y muestran uno de los nuevos oficios de la esplendorosa época que vivimos los argentinos. Se ríen sin piedad del ridículo galán que todos llevan adentro y, como si fuera poco, realizan una ácida mirada a todos los prejuicios, obsesiones y comportamientos típicos de los humanos pero desde la original perspectiva del mundo canino.

Todo esto con su inconfundible sello y humor clásico que han hecho de la obra una de las favoritas del público. Ni fu ni fa incluso es una de las pocas obras mendocinas en mantenerse vigentes por más de una década y con un éxito que no solo ha sido constante sino que ha sumado más y más fanáticos con cada función.

"Hay gente que la ha visto hasta cinco veces y eso es por cómo actuamos, porque somos orgánicos cada vez que subimos al escenario. El público puede ir cuantas veces quiera porque nunca es igual, cada presentación tiene lo suyo. Hay mucha técnica para que cada función sea especial, que no sea una serie de chistes sino que esté basada en la actuación, si no fuera así creo que la obra no podría haber durado tanto tiempo. El nuestro es un teatro despojado, hay mucha participación imaginativa de la gente. Por ejemplo, en Educando el nene solo hay una máquina de escribir en el escenario, aquí también hay una simple mesa y una barra y es el público el que suma todo lo otro a través de su imaginación", explica Suárez.

Ni fu ni fa, además, es una obra universal que todos pueden disfrutar. "Nos hemos presentado en sectores barriales, en sectores más intelectuales, en salas teatrales y siempre la gente se ha ido muy contenta, muy feliz. Lo que nos caracteriza es que no hacemos obras burdas o chabacanas. Al contrario, elegimos los textos tratando de que no sea un humor barato, no criticamos a los pelados, a los petisos, los altos, los flacos, los gordos", afirmó Ernesto.

"La gente sabe que va a tener un humor fino, sin puteadas y divertido. Es un show que todos pueden disfrutar", concluyó.