El guitarrista y compositor mendocino Martín Castro estrenará el viernes en Buenos Aires su reciente tercer álbum solista “Orfebre del silencio” con el que se propone, según avisó, “hacer un aporte a lo que pretendo sea el nuevo folclore cuyano”.
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“En lo creativo es muy difícil hacer nueva música cuyana despegándose de los standars, pero siento que hay que hacer el esfuerzo de romper la frontera”, sostuvo Castro durante una entrevista con Télam.
El músico y docente que integró el grupo Markama, tocó jazz y por casi dos décadas acompañó al trovador folclórico Jorge Marziali, arriesgó que “por mi parte el aporte viene desde lograr trabajar el silencio”.
Castro fundamentó esa búsqueda que da título al disco y atraviesa el espíritu de su extenso repertorio de 17 piezas donde se visitan diversos géneros nativos en el hecho de que “el folclore cuyano contiene mucha información, incluye demasiadas notas”.
Pero más allá de estilos, búsquedas y formas, el guitarrista apuntó que “lo primero que necesita el folclore cuyano es la difusión de nuevos valores porque existe una gran camada de músicos que el público no conoce y que quedó encapsulado en las provincias de la región”.
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En esa cuerda, Castro subrayó que “hoy día es imperioso universalizar el mensaje sin perder las raíces, ya sea de parte de la gente que viene de una matriz cuyana, los que hacen nueva canción o inclusive aquellos que están en la escena rockera”.
Para celebrar este lanzamiento, el instrumentista y autor lo presentará el viernes desde las 21 en Cusca Risun (Pasaje San Lorenzo 365, Ciudad de Buenos Aires), en compañía del tanguero Rodrigo Albornoz Trío y del contrabajista Horacio "Mono" Hurtado.
Invitados de lujo
Durante la velada se sumarán las voces de Casiana Torres, Victoria de Paolo, Maria Elena Ferreyra, Claudio Zermoglio y Ariel Acuña que tomaron parte en “Orfebre del silencio” porque, precisó, “la intención es poder plasmar lo que está en el álbum”.
Y, además, estarán como invitados Roberto Calvo, Claudio Ceccoli y Juan Martín Scalerandi, “con quienes haremos un bloque de guitarras al margen de lo que está en el disco”, anunció Castro.
El camino solitario del intérprete reconoce otros dos registros: “Rocío, canciones de cuna”, de 2013; y “Galleguita, esto es mio”, publicado hacia 2016.
Explorar los bajos
En ese andar el sonido guitarrístico de Castro ostenta la particularidad de generarse a partir de un instrumento de 10 cuerdas que viene explorando hace muchos años “desde los tiempos de Markama cuando la descubrí en una casa de música de Buenos Aires a la que había ido a comprar cuerdas”, evocó.
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El arreglador reconoció que “fue una herramienta que me llevó tiempo investigar, pero luego pude disfrutar de una guitarra que permite una labor más amplia de melodía y armonía. El trabajo con los graves es el que posibilita sostener todo el andamiaje rítmico con los bajos de la guitarra”.
Para Castro esta experiencia personal “es muy interesante porque permite salirse de lo establecido y utlilizar en el folclore argentino instrumentos que no son específicos del género”.
Con ese toque y además de mostrar “Orfebre del silencio”, viajará en septiembre a Europa con el proyecto Canto Fundamento que comparte con la vocalista Casiana Torres.
Desde el 11 de septiembre la dupla ofrecerá unos 17 recitales por ciudades de Alemania, Francia, España, Portugal y Bélgica donde, avisó, “trabajamos tres diferentes formatos de repertorio”.
“Por ejemplo hay uno de los repertorios donde solamente hacemos canciones de autores jóvenes que no son conocidos en Europa”, puntualizó sobre la labor del dúo que próximamente publicará su segundo disco “Romance de la llanura”, en diciembre viajará a México y en marzo llegará a Brasil.
