Crítica

El asesino que marcó un antes y un después en la historia del crimen de Estados Unidos

Netflix estrenó Night Stalker (Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie), la historia de un homicida que aterrorizó Los Angeles en la década de 1980

Las plataformas suman cada vez más contenidos del denominado “true crimen”, ya sean ficciones basadas en casos policiacos reales o cintas y series documentales. Entre estos últimos, en Netflix podemos encontrar Las cintas de Ted Bundy, Soy un asesino, El caso Watts, No te metas con los gatos, The Staircase y El destripador de Yorkshire por nombrar sólo algunos. HBO también ha explorado el género con la premiada Paradise Lost y la más reciente I'll Be Gone in the Dark, sobre el asesino del Golden State. Y se trata de unos pocos nombres en sólo dos plataformas.

Netflix es la que más contenidos de este tipo ofrece y recientemente incorporó una docuserie de 4 capítulos (de menos de 50 minutos cada uno) llamado Night Stalker (Acosador nocturno: A la caza de un asesino en serie) sobre uno de los más célebres y desconcertantes criminales que ha tenido Estados Unidos: Richard Ramírez.

Tal fue el impacto que este hombre causó en la sociedad norteamericana que se han hecho varias películas sobre él, como Manhunt: Search for the Night Stalker (1989, Bruce Seth Green, muy cercana a los hechos, ya que los asesinatos fueron en 1984-85); Nightstalker (2002, Chris Fisher); The Night Stalker (2016, Megan Griffiths) y hasta el consagrado productor y director Ryan Murphy se inspiró en Ramírez para crear una temporada más de American Horror Story, en este caso llamada 1984. A esto hay que sumar los muchos libros de diferentes autores sobre esta historia.

¿Por qué dejó una marca tan fuerte que, a casi cuatro décadas de su accionar, sigue en el imaginario colectivo? Porque echó por tierra todo lo que hasta entonces sabían sobre los asesinos en serie.

Ramírez nació en 1960 en la localidad de El Paso (Texas), hijo de un ex policía mexicano sumamente violento con su esposa y sus hijos. El mismo Richard recordaría las palizas que le daba su padre como traumáticas, junto al hecho de que a los 13 años fue testigo de cómo su primo Mike, mató con una escopeta a su esposa. Este hombre, muy cercano a Richard, era veterano de la guerra de Vietnam y se vanagloriaba ante el niño de cómo había violado, torturado y asesinado a mujeres vietnamitas.

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Richard Ramírez en su juventud junto a sus padres y una sobrina.

Richard Ramírez en su juventud junto a sus padres y una sobrina.

Hay discrepancias en las fechas en que comenzó sus crímenes, porque con el tiempo y la llegada de las pruebas de ADN se lo vinculó con homicidios por los cuales no fue encontrado culpable, pero en términos generales hay acuerdo en que su raid delictivo duró poco más de un año, entre junio de 1984 y agosto de 1985, fundamentalmente en barrios latinos de Los Angeles, aunque también llegó con su ola de terror a San Francisco.

La miniserie está planteada desde la óptica de dos de los principales investigadores del caso, Frank Salerno (un héroe local después de haber resuelto los homicidios atribuidos al “estrangulador de la colina”, que resultaron ser dos primos) y Gil Carrillo, por entonces un novato detective. Desde su perspectiva seguimos paso a paso el año terrible que Ramírez, apodado “el acosador nocturno”, les hizo transitar. Ese apodo fue uno de los tantos que recibió de los medios de prensa, cada vez más ávida de tener precisiones acerca de la ola de crímenes que castigaba Los Angeles.

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Frank Salerno, uno de los detectives que trabajó en el caso del “acosador nocturno”.

Frank Salerno, uno de los detectives que trabajó en el caso del “acosador nocturno”.

Por un lado, hubo ataques a mujeres solas, de diferentes edades, que fueron violadas y, en algunos casos, asesinadas. Otra investigación se centraba en la irrupción de un extraño a hogares de matrimonios y familias, donde el esposo era asesinado mientras dormía y la mujer era abusada sexualmente. En estos casos algunos de los sobrevivientes pudieron dar una descripción del atacante. Paralelamente a estos delitos, un hombre estaba secuestrando a niños pequeños, los abusaba sexualmente y los abandonaba en lugares donde pudieran pedir ayuda. Las pequeñas víctimas también pudieron dar una descripción del perpetrador. En las tres líneas de investigación los sobrevivientes hablaban de un hombre muy delgado, con los dientes manchados y rotos, de aspecto hispano o latino. Cuando la policía se dio cuenta que todos estos crímenes eran responsabilidad de un solo hombre, no podían creerlo.

No seguía parámetros con respecto a las armas. Por lo general, los asesinos seriales emplean el mismo instrumento para dar muerte a sus víctimas (elementos punzocortantes, lazos para estrangular o sus propias manos, armas de fuego, etcétera). Ramírez utilizaba una gran variedad de ellas, en contradicción a lo estudiado hasta ese momento.

Tampoco seguía un patrón a la hora de seleccionar a sus víctimas. Algunos depredadores seriales las eligen por su oficio (por ejemplo, prostitutas, por su extrema vulnerabilidad), con determinadas características físicas (color de cabello, contextura física), edad, etcétera. Ramírez abusó de niñas, niños y mujeres de todas las edades y características y asesinó hombres y mujeres de diferentes edades.

Su metodología sí era bastante regular: forzaba la entrada de las casas (en gran parte puertas traseras sin cerrar) y aunque atacaba por lo general de noche, también lo hizo en otros horarios.

Todo lo que rodeaba a Ramírez era desconcertante y esta docuserie, a través de los testimonios de sus sobrevivientes o familiares de sus víctimas, logra capturar no sólo lo complejo del proceso investigativo, sino como destruyó las vidas de cientos de personas y aterrorizó a miles de ciudadanos de Los Ángeles y San Francisco.

El acosador nocturno asesinó por lo menos a catorce personas y también fue juzgado por cinco intentos de asesinato, nueve violaciones, dos secuestros, cinco robos y catorce allanamientos de morada. Los abusos de menores no fueron llevados ante el tribunal para no revictimizar a los pequeños enfrentándolos con su abusador.

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En el juicio Richard Ramírez saludaba y sonreía a las fanáticas que lo iban a ver.

En el juicio Richard Ramírez saludaba y sonreía a las fanáticas que lo iban a ver.

La serie concluye con imágenes del mediático juicio a este hombre que llegaba al tribunal como una estrella de rock y recibía cientos de cartas de mujeres que se declaraban enamoradas de él. La forma en que fue atrapado (una verdadera cacería), sus gustos satanistas y su condena son el broche de una serie que enfrenta al espectador con el rostro de uno de los más sanguinarios asesinos de la historia criminal de Estados Unidos.

Acosador Nocturno a la Caza de un Asesino en Serie Trailer #1 (2021) Netfliteando

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