La numismática, el estudio y colección de monedas y billetes, es una pasión que despierta gran interés en muchos coleccionistas, especialmente en España. Las antiguas pesetas, que dejaron de circular en 2001, tienen un valor sentimental significativo.
Sin embargo, algunas de estas piezas pueden representar una auténtica fortuna debido a sus características y estado de conservación. No es de extrañar que las monedas españolas sean las segundas más coleccionadas del mundo.
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Entre las pesetas más valiosas destaca una pieza de 1869. Esta moneda es particularmente especial por ser una de las primeras acuñadas, además de estar hecha de plata y ser difícil de encontrar.
Esta pieza coleccionable representa una de las primeras monedas de duro emitidas tras la Revolución de La Gloriosa y el establecimiento de la peseta. En su reverso, se puede ver un escudo que hace referencia a la corona mural republicana de aquella época, con la inscripción 'España' y el año 1869.
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La exclusividad de esta moneda ha hecho que su valor en subasta pueda alcanzar los 40.000 euros. No obstante, no es la única moneda antigua española que puede costar una fortuna. La más valiosa es el centén de Felipe III, que se subastó por un millón de euros.
Este mercado, lleno de historia y rarezas, sigue atrayendo a numerosos aficionados que buscan piezas únicas para completar sus colecciones. La numismática no solo ofrece un viaje al pasado a través de monedas y billetes, sino también la posibilidad de descubrir verdaderos tesoros que, como la peseta de 1869, pueden valer una pequeña fortuna en euros para los coleccionistas.




