La numismática, el estudio y coleccionismo de monedas y billetes, ha fascinado a muchos coleccionistas alrededor del mundo. Este apasionante campo no solo se centra en el valor material de las monedas, sino también en su significado histórico y cultural.
Los euros, como moneda de curso legal en gran parte de Europa, también tienen sus ejemplares valiosos y codiciados. Sin embargo, hay monedas de épocas anteriores que pueden alcanzar cifras astronómicas en el mercado. Una de las más apetecidas es la moneda de 5 pesetas del año 1871, que puede valer hasta 160 mil euros.
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Esta moneda, muy buscada en el mercado numismático, se caracteriza por tener en su reverso la efigie de Amadeo I de Saboya, quien fuera rey de España entre 1871 y 1873. Su reinado es conocido por ser uno de los más breves en la historia de la monarquía española. Además de su valor histórico, esta moneda es apreciada por su diseño y rareza, lo que la convierte en una pieza clave para los coleccionistas.
La moneda de 5 pesetas de 1871: ¿cómo es?
Consultando con Mariano Villafranca, un experto numismático granadino, descubrimos que la historia detrás de Amadeo I es tanto fascinante como trágica. Amadeo, de origen italiano e hijo de Víctor Manuel II, rey de la nueva Italia, fue elegido para reinar en España tras la revolución de 1868 que desterró a Isabel II. Su llegada a un país convulsionado y su falta de interés genuino en gobernar hicieron que su reinado fuese breve y conflictivo.
Amadeo se enfrentó a una España políticamente inestable y a un pueblo que rápidamente lo rechazó. Las guerras carlistas y la guerra de los Diez Años en Cuba agravaron aún más la situación. Enfrentado a atentados y al desprecio de muchos, decidió abdicar en 1873, describiendo a España como un país "tan hondamente perturbado".
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Villafranca también nos compartió una anécdota poco conocida sobre Amadeo. Tras abdicar, el rey más efímero de la historia dejó Madrid el 12 de febrero de 1871, avisando a las autoridades portuguesas que se instalaría en su país. Para su partida, alquiló un tren completo por 8.000 pesetas, una deuda que nunca pagó. Este episodio añade una capa más de interés a la ya fascinante historia de esta moneda.





