En la provincia del sol y el buen vino ¿se estabilizan los precios de nuestra bebida típica? Según una medición especializada, en junio la suba promedio fue de apenas 0,1% y comparada con con el año pasado está por debajo de la inflación.
En la provincia del sol y el buen vino ¿se estabilizan los precios de nuestra bebida típica? Según una medición especializada, en junio la suba promedio fue de apenas 0,1% y comparada con con el año pasado está por debajo de la inflación.
Es una de las conclusiones del Índice de Precios del Vino (IPV) que mide Vinodata, un centro de investigación integrado por economistas de UBA y el Conicet. Ese valor señala además que es el menor aumento en 2 años.
Se trata de una caída notable, si tenemos en cuenta que en mayo la suba promedio había sido de 2,3% respecto de abril. Señales de que la merma del poder adquisitivo ya se siente en el consumo de vino.
Según Vinodata, que toma un promedio ponderado de precios de varias etiquetas junio confirmó una variación interanual de 32%. O sea, 7 puntos inferior al IPC (Índice de Precios al Consumidor), de 39% en relación a junio del 2024.
"Al 2023 la suba de precios superaba la inflación. Desde mitad del 2024 eso se revirtió, y con menos despachos y ventas en supermercados la evolución interanual es negativa ", aseguró el economista Nicolás Grosman, responsable de Vinodata junto a su colega Andrés López.
En tal sentido, otra conclusión sobre cómo se mueven los puntos de venta ante un consumo golpeado es que la cantidad de etiquetas que subieron sus precios fue mínima: solo 1,5% de la muestra. Para los especialistas "el registro más bajo desde que comenzó el relevamiento de precios".
Ahora bien, ¿cómo se movieron los valores en las distintas gamas?
Pese a que se observó poca dispersión entre los segmentos, todo indica que los ajustes se concentran en las gamas más altas.
De hecho, los vinos de entre $11.201 y $ 31.114 son los que mostraron incrementos acotados, de no más de 0,5%. Pero el promedio entre los distintos segmentos llega al 11,5%.
Para Grosman "en otras gamas los precios promedio de venta se estancaron e incluso retrocedieron. Hay una "burbuja" en vinos que no responden a eso porque el patrón de consumo es distinto o pese al contexto económico ajustaron menos ".
El estudio señala incluso "leve deflación" en dos franjas: la que va de $7467 a $ 11201 y por encima de los $ 31114.
Juan, consumidor habitual de etiquetas que oscilan entre los $8.000 y $12.000, cuenta que "volví a comprar un vino que me gusta mucho después de dos meses y lo encontré al mismo precio. Me sorprendió, porque pensé que había aumentado".
En el eslabón comercial ratifican ese panorama. Incluso con ejemplos claros entre los vinos de alto precio, por encima de los $20.000, que en otras crisis de consumo se mantenían a salvo.
Crisis mata estrategia selectiva, incluso en vinos premium. Un caso lo ilustra: una bodega "top" de Luján, que sólo elabora vinos caros, tuvo que bajar los precios de algunas de sus líneas hasta 50% obligada por las circunstancias.
"Realmente las ventas de vino se desplomaron. En lo que va del semestre las bodegas no han tocado precios, y en acciones hay 3x2 en botellas y por una caja te regalan otra", asegura Paulo Casazza, dueño de Gran Casa Vinos, uno de los principales distribuidores de la provincia.
Al bajar drásticamente las perspectivas comerciales para este año, las decisiones no demoran. Como en algunos "entry-level", que oscilaban los $10 mil el año pasado y hoy son hasta 20% más baratos.
A juicio de Casazza "sin turistas extranjeros y menos exportaciones, empezaron a enfocarse más en el consumidor local. Ahora, todos en el eslabón comercial, bodegas, distribuidor y vinotecas empezamos a ajustar márgenes de ganancia".
Grosman va más allá al aseverar que en el último año crecieron dos factores: la proporción de vinos en oferta y además el valor promedio de esas ofertas.
Para el analista "los vinos en oferta normalmente oscilaban entre el 5 y 20%. Y empezaron a subir por encima del 50%". En cuanto al alcance de los descuentos sobre precios de lista el relevamiento en puntos de venta muestra que superan 20%.
El mercado da para todos los gustos, y también bolsillos, sobre todo teniendo en cuenta que el negocio del vino surca un mar de etiquetas.
Así, en junio el precio de una botella representativa de vino argentino en el mercado local llegó a $6417. El promedio simple de las etiquetas relevadas el mes pasado fue de $32806, y el de "una botella típica" alcanzó los $14860.
"Los precios de una botella representativa estaba subiendo más que la inflación, pero en el último año la curva empezó a ir por debajo. Será cuestión de esperar qué pasa en los próximos meses", concluyó Grosman.
Respecto a si seguirán estables, Casazza, de Gran Casa Vinos, advirtió que los vinos premium seguirán atados al dólar. Y que "los últimos cambios de listas fueron cuando estaba a $1.200. Habrá que ver qué pasa con la última suba".
Y usted, amante del vino y comprador habitual: ¿Cuál es su límite en precios? ¿Ya empezó a notar el cambio a la hora de elegir una botella en la góndola?