La última fábrica de jeringas del país está en Morón, provincia de Buenos Aires, y cerró en 2017, pero aún el predio conserva toda la maquinaria, por lo que el ministro Matías Kulfas busca inversores para reactivarla.
Esta planta es una de las pocas que cuenta con grandes inyectores de plástico y tiene el certificado habilitante de la ANMAT.
Antes de la pandemia, se usaban 300 millones de jeringas anuales en el país, pero con el plan de vacunación para el Covid-19 planeado para el 2021, estiman que esa cantidad sea notoriamente mayor.
Desde la Organización Mundial de la Salud se identificaron 24 productos que son esenciales para hacer frente al coronavirus, y argentina ya fabrica 22, como la producción de respiradores, barbijos y alcohol en gel.
Fuente: Ámbito