Artesanía tradicional

El bambú nunca pasa de moda

Los productos tejidos a mano de la planta más icónica de China sobreviven a la industrialización

Algunos lugareños se sientan a la entrada de una cueva, de la cual sopla un aire fresco que los alivia del calor del verano. Conversan mientras sus manos están ocupadas cortando bambú en tiras finas con las que tejen diversos objetos, incluyendo tazas de té, cestas y tamizadores.

El tejido de bambú es una artesanía tradicional que se ha transmitido de generación en generación en el pueblo de Maoba, condado de Yongshun, en la provincia de Hunan.

Fu Yelin, un residente de Maoba de 58 años, fabrica productos de bambú desde que tenía 12 años. “En aquel entonces, solía cortarme con las afiladas tiras de bambú. Mi padre, de quien aprendí el oficio, me advertía que tuviera cuidado”, comentó.

Además, se requiere paciencia para completar el largo proceso de convertir un bambú en objetos de diferentes formas y tamaños. Los artesanos primero eligen la especie de bambú que resulta más adecuada, usan un cuchillo para alisar las juntas levantadas y raspan la capa verde más externa de la planta. Luego de eso, el tejedor tiene que partir el bambú en tiras según el ancho necesario.

Después de décadas de practicar el oficio, Fu adquirió la habilidad de dividir el bambú en tiras, a veces tan delgadas como agujas, y sus manos están encallecidas.

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Fu Yelin, un tejedor de bambú. PARA USO DE CHINA DAILY

Fu Yelin, un tejedor de bambú. PARA USO DE CHINA DAILY

Antiguamente, las cestas de bambú, las esterillas y los tamizadores eran muy utilizados por la gente de campo como objetos cotidianos. Fu solía recorrer con su padre la provincia de Hunan ofreciendo sus servicios. Llegó a tejer productos de bambú para más de 5.000 hogares.

Sin embargo, la demanda de artículos de bambú por parte de la gente se desplomó con la rápida industrialización del país. Los productos de bambú hechos a mano han sido reemplazados por productos manufacturados hechos con otros materiales, especialmente plásticos. Como artesano experimentado, Fu notó el cambio.

En 2003 abrió una tienda en Furong, una localidad del condado de Yongshun llena de historia, conocida por sus estilos étnicos y paisajes naturales. Quería observar las tendencias estéticas en el consumo de artículos cotidianos de la gente.

Para satisfacer mejor las necesidades del mercado, Fu diseñó productos de bambú de un aspecto exquisito y con diversas funciones. Contrató a unos 20 tejedores de bambú locales para fabricar los artículos de acuerdo con sus ideas. Poco a poco, sus productos de bambú se hicieron populares entre los lugareños y los turistas que los compraban como souvenirs. Los artículos se han vendido en todo el país e incluso han llegado a consumidores extranjeros.

A medida que se incrementa el número de pedidos, Fu alienta a sus vecinos a unirse a él en la fabricación de productos de bambú para aumentar también sus ingresos. “Muchos aldeanos no pueden convertirse en trabajadores ambulantes, ya que tienen que cuidar a sus hijos y padres ancianos en casa, así que espero ayudarlos a ganar más”, señaló Fu.

En la actualidad, cerca de 300 personas procedentes de 80 hogares de Maoba participan en el negocio, que genera anualmente 7,16 millones de yuanes (u$s 1,06 millones), según Peng Lan, secretario del Partido del pueblo.

A Fu le gustaría enseñar a más aprendices a continuar mejor con este oficio consagrado. Su hijo de 35 años también está decidido a seguir sus pasos.

Para Fu, el tejido de bambú no es solo una práctica de por vida, sino un recordatorio de quién es y dónde nació. Además, considera que la calidad de los productos de bambú, elaborados a partir de recursos naturales para tener fragancia y ser preservados, es mucho mejor que los artículos manufacturados.

Zhu Youfang colaboró con esta nota.

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