Este lunes comienza el juicio que lo tendrá sentado en el banquillo de los acusados a Pablo Colilaf. El policía de Alvear ultimó a Andrés Ezequiel Sosa (21) en 2013 cuando intentó detenerlo en medio de un procedimiento por robo y agresión. El caso contra él es por "homicidio con exceso en los límites de la legítima defensa".
Al parecer el debate se realizará en dos tandas. Primero declarará la pareja que denunció al 911 el robo y seguirán los efectivos que estaban en las inmediaciones y quedaron bajo ataque. Luego la Primera Cámara del Crimen hará un impase hasta la semana que viene para continuar recabando más testimonios, entre ellos, los familiares de Sosa.
El hecho ocurrió un domingo. Comenzó con un pedido de auxilio de una pareja a la que golpearon y robaron. Segundos después un móvil fue atacado por la banda. En medio de esos desmanes Colilaf y su compañera se cruzaron con los agresores, el policía se enfrentó a Sosa que blandía un cuchillo y en el fragor de la lucha sacó el arma, le ordenó detenerse y luego realizó dos disparos, uno de advertencia y el segundo fue mortal.
Sosa, alias Pericote, tenía varios antecedentes delictuales cuando ocurrió el hecho y su muerte se convirtió en un caso resonante y generó grietas en la sociedad.
Los familiares, amigos y conocidos de Andrés comenzaron a pedir justicia a gritos, cortaron calles y quemaron cubiertas. Además hubo quienes se aprovecharon y provocaron serios disturbios en la zona donde se produjo el enfrentamiento. Atacaban a cuanto vehículo transitaba el lugar.
Del otro lado también hubo una reacción que no tenía antecedentes. Vecinos se autoconvocaron y salieron a la calle. La masiva movilización en pleno centro de Alvear fue como respuesta a los desmanes y en abierto respaldo a Colilaf.
A esa actitud vecinal se sumó el apoyo explicito al efectivo en toda la fuerza y el Ministerio de Seguridad. Además Amupol aportó los fondos para la fianza del policía.