Ese primer contacto fue más agradable de lo que se esperaba, y por eso ambos decidieron continuar el vínculo virtual, aunque utilizando sus cuentas de Facebook.
Es que Julia, quien en aquel momento estaba en pareja, prefirió no darle su número de WhatsApp a Jorge por temor a que su marido italiano descubriera que estaba contactándose con otra persona.
“Hace más de un año tomé la decisión de venir. Sabía lo que dejaba en Italia: una familia casi desesperada por mi ausencia, una madre grande y un hombre con quien convivo aunque estemos separados”, agregó algo resignada.
Una misma conexión
Julia se ilusionó con el correr de los días y sintió en Jorge una misma conexión, aunque nunca dejó de sentir el temor que producía la situación, pero tomándose su tiempo y espacio para intentar iniciar una nueva vida.
“Yo me enamoré de él, me arrimé muchísimo por la falta de afecto que tenía en mi casa, en mi familia. Porque aunque ellos me amaban no sabían darme lo que verdaderamente necesitaba. Él sí: con palabras, bromas, cariño, me dio el afecto que yo buscaba”, dijo Julia.
“Vení, yo te espero en Buenos Aires”, le respondió el hombre y ella confió en ese mensaje. Fue allí que decidió reunir a su familia en Italia y les informó la decisión que había tomado: “Me voy a vivir a Argentina. No hay vuelta atrás”.
Una charla con el argentino que conoció en Tinder, antes de a sacar el pasaje de avión que la llevaría a Buenos Aires, la hizo comprender que lo mejor era venir solo por dos meses. Probar como se presentaba la situación y vivir ese tiempo. Si la relación marchaba de manera normal, con proyectos por delante, el segundo paso era regresar a Italia para tomar sus pertenencias y mudarse a Buenos Aires.
La joven italiana llego a Buenos Aires a buscar su amor, pero nada pasó.jpg
“Él es mucho más grande que yo, pero nunca me importó. Porque con la fuerza del amor se puede superar todo. Y siempre fue un sostén que justamente me incitó a superarme, vencer los miedos”, explicó Julia.
"Le dije lo que sentía, pero me ve como amiga"
La joven mujer italiana llegó al Aeropuerto de Ezeiza a comienzos de 2022. “Apenas lo vi le dije lo que sentía, estaba muy feliz de poder hacerlo. Le expresé que tan solo mirándolo se me llenaban los ojos de amor. Y que lo que sentía desde lejos era verdadero y real. Muy fuerte”, afirmó durante diálogo en el que contaba su experiencia.
Pero para sorpresa de la mujer, Jorge no se encontraba en su mismo sentimiento: “Con toda la tranquilidad del mundo me dijo que él no siente eso por mí. Que me ve como una amiga, que siente ternura, pero no amor ni pasión. Y a mí me sucede todo lo contrario”.
“Me llamaba mi amor, me decía que estaba enamorado. Pero ahora que estoy acá me dice todo esto. La verdad es que estoy desesperada, destruida. No sé cómo voy a seguir viviendo”, comentó Julia, entre lágrimas.
“Yo sigo amándolo. Lo único que puedo hacer es tomarle las manos muy fuerte y llorar. Claro que me siento una estúpida, pero lo amo”, indicó la joven.
Aún resistiéndose al regreso a su país, Julia tiene su pasaje de vuelta para fines de marzo y no sabe qué hará en Argentina todo este tiempo.
“Hubiese querido quedarme mucho más tiempo, pero ahora me siento perdida del todo. En Italia no tengo al amor de mi vida, lo tengo acá, pero ahora dice que no me ama... Siempre le dije que solo quería un día a su lado para darle un abrazo. Y en este momento no tengo nada”, explicó la mujer.