En este video viral, dos cisnes se mueven con tanta armonía que cuesta creer que no sea una coreografía ensayada. Se deslizan suavemente sobre el agua, se miran, giran al mismo tiempo, entrelazan sus cuellos y hasta forman una figura de corazón. Pero lo más sorprendente es que todo esto no es casual: es parte de su ritual de cortejo, una danza natural que sirve para reforzar el vínculo, generar confianza y prepararse para la reproducción. Esta especie se caracteriza por formar parejas estables que pueden durar toda la vida, y este tipo de conexión tan visual y delicada es clave para que eso suceda. El video no solo enamora por su belleza, también emociona por lo que representa: una manera silenciosa y mágica en la que la naturaleza habla… con gestos y movimiento.