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El frío no fue impedimento para que la gente se ubique en la platea más popular que tiene el teatro griego Frank Romero Day, los cerros. Como todos los años la gente dio su presente y se ubicó en la tribuna natural. Desde muy temprano las familias fueron llegando y ubicándose en los mejores lugares.

Familias, amigos, novios, novias y algún que otro turista, se ubicaron entre las piedras y las jarillas del cerro. Claro que provistos de una gran logística: comida de todo tipo, bebidas, té y por supuesto el infaltable mate, amenizaron la larga previa. Algunas familias llegaron a las 15.

Tal vez la mejor provista fue la familia Díaz. Además de instalarse con una carpita -ideal para protegerse del viento- llevaron y fritaron en una olla de fierro, unas sopaipillas, exquisitas de acuerdo con todos los que las probaron. "Venimos todos los años, nos encantan los cerros y siempre participamos, vinimos a las tres de la tarde, he venido hasta embarazada de 7 meses", contó Nancy Díaz, de Dorrego, Guaymallén.

"Hemos venido bastante preparadas, estamos haciendo sopaipillas pero no para vender son para nosotros", agregó la encargada de las tortas fritas.

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