Viviana y Sergio Fiszni llegaron desde Canadá exclusivamente para participar de la Fiesta Nacional de la Vendimia, pasaron por varios aeropuertos y tomaron las previsiones para hacerle frente al virus que alerta a todo el mundo, pero la psicosis no les impidió conocer Mendoza y su fiesta mayor.

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"Antes de salir compramos las mejores mascarillas, pero nos dijeron que la mejor protección es el lavado de manos, así es que adquirimos mucho alcohol en gel y con eso ya viajamos. Nosotros creemos en el destino, cuando te tiene que tocar te toca en el lugar en que estés", cuenta Viviana, una bonaerense que junto a su marido vive hace 38 años en Otawa.

La pareja, que pasó salió del aeropuerto canadiense, ingresó al país por Ezeiza y de ahí al aeropuerto local, pero nunca les hicieron ningún control por el coronavirus.

"Nosotros tomamos las precauciones que nos recomendaron en Canadá, somos conscientes de no saludarnos tocándonos la cara, e insistir con el alcohol en gel, pero vamos a seguir viajando, vamos a San Rafael y queremos conocer la provincia. Acá nos dimos cuenta que con menos dinero se hacen grandes fiestas como estas, que no se ve en países con más ingresos", contó Sergio.