"Vamos a echar por tierra eso de que todas las reinas de antes eran vendimiadoras", les dice la directora del Archivo General de la Provincia, Elvira Bucolo, a un grupo de 17 jovencitas vestidas iguales, de remeras blancas y jeans, que la miran y suspiran de alivio porque no las juzgarán por no haber levantado una cosecha... Al menos, no por eso. Las candidatas a la corona de Reina Nacional de la Vendimia comenzaron su tradicional convivencia con una agenda llena de actividades y un muy buen clima entre ellas.
Entraron al hotel Alcor, ubicado en General Paz y España de Ciudad, ayer desde las 8 hasta 10. Y de ahí empezaron a moverse, casi sin descanso, de acuerdo con lo que mandan las actividades oficiales. Lo primera cita que tuvieron fue con la estética: a todas las peinaron y les arreglaron las uñas por la mañana.
A la tarde, Diario UNO pudo compartir y vivir junto a ellas parte de la convivencia. Pasadas las 16 comenzaron las capacitaciones y los distintos talleres en el Archivo General de la Provincia. Al frente del grupo, quien rompe el hielo es Elvira Bucolo. Las chicas la escuchan atentas. Las que más hablan y participan son las representantes de General Alvear, María Eugenia Poggio y la de Lavalle, Rocío Fuster.
Bucolo les enseña sobre la historia de la Vendimia, sobre las comidas típicas, sobre las soberanas que las antecedieron. "En 1939 a la Reina se le sacaron fotos oficiales planchando la ropa y con su familia, la imagen de ama de casa era la que se quería mostrar", les cuenta la mujer que es un archivo viviente de Vendimia.
Atrás, al final del salón, hay dos chicas más sentadas. Están vestidas y peinadas iguales: llevan pantalones negros, remeras blancas y el pelo atado con un rodete. Son las custodias. Dos policías que tienen el deber de cuidar a las chicas y que, a la par de ellas, viven la Vendimia y aprenden. Sabrina y Cecilia, también son parte de la convivencia.
Cuando termina el taller de Elvira, les espera un descanso de escasos veinte minutos para tomar un té y comer unas galletitas. Se juntan todas alrededor de la mesa y, hasta el momento, el grupo se muestra unido y sin fisuras.
"Me gusta mucho hablar, no me puedo quedar callada", dice la soberana de Lavalle. "Las chicas son divinas todas, no se vive como una competencia, lo disfruto y espero llevarme amigas. Todas estamos muy pendientes de todas", cuenta.
Mariquena Rizzato, la representante de San Carlos, describe al grupo como con "mucha energía". "Las capacitaciones son muy interesantes porque más allá de nuestros departamentos, tenemos que saber de toda la provincia", comenta.
"Es un grupo muy interesante, muy participativo. Quiero que se interesen en la historia, tienen que saber por qué surgió la Vía Blanca, una repetición", dice Bucolo y le deja lugar al taller que sigue que es sobre comunicación. Las chicas dejan el té, vuelven a sus lugares, y escuchan, otra vez.