Miqueas comenzó con los ciclos de quimioterapia. En total, fueron cinco: uno por mes. Durante el tratamiento, tuvo varias complicaciones. Entre ellas, los médicos descubrieron que algunos virus intrahospitalarios habían ingresado a su organismo.
Nos informaron que la enfermedad había tomado la médula en un 33 por ciento”. Miqueas tenía afectados los glóbulos blancos y las plaquetas. “Pasamos muy mal las fiestas, no tuvimos ánimos para festejar”, describe su papá.
En enero de este año, Brian y Evelyn se realizaron los análisis de histocompatibilidad en el INCUCAI un estudio que evalúa el código genético de las células con el fin de ver si eran compatibles con Miqueas y así ofrecerse como voluntarios. Para ese entonces, él había contraído neumonía y mucositis. La quimioterapia le debilitó las defensas y generó que sus pulmones se vean muy comprometidos.
Desde el INCUCAI se comunicaron con el voluntario para realizar el trasplante. En cuanto a los doctores del Italiano, mantuvieron diálogo con los médicos del Güemes para que las próximas quimioterapias fueran un poco más suaves. “Fue la primera vez que fuimos contentos a hacer el tratamiento porque la noticia del donante nos tenía muy felices”, agrega.
Cada día que transcurría, estaban un paso más cerca del trasplante. En medio de la espera, a Miqueas le descubrieron una fractura en su pierna derecha. Y, además, la última quimioterapia que le suministraron le afectó el corazón.
De la internación en terapia intensiva, pasaron a sala común. Todo iba bien, pero luego le diagnosticaron coronavirus “Era una cosa de no creer”, cuenta. Para su suerte y a pesar de ser un paciente inmunosuprimido, fue asintomático.
Hoy, Miqueas es un nene sano. Se podría decir que le ganó a todo: infecciones en sangre, una fractura, la neumonía, la mucositis, el trasplante y el COVID-19. Tiene unos excelentes valores en sangre. El día que salió del trasplante estaba tan feliz que le pidió unas empanadas caseras a su abuela para celebrar. “Nunca perdimos las esperanzas, confiamos en los profesionales y en Dios. Espero que otras familias también puedan superar la adversidad que se les presente”, sentencia Brian.