Este prototipo, que a primera vista se asemeja más a una mediaque a un preservativo, está formado con un tejido conductor que se coloca en el pene (abrochado con un cinta velcro) y tiene un "microcontrolador" diseñado para las tecnologías ponibles, que son las que se pueden usar en ropas y similares, que envían cortos impulsos eléctricos de baja intensidad.
Sus creadores lo definen como un 'concepto de condón' digital de código abierto para mejorar el placer sexual, aunque no evita la transmisión de enfermedades ni los embarazos.
"No prevendrá ninguna enfermedad, pero puede ayudarnos a desarrollar condones reales con electrodos", señaló Quitmeyer.
La idea de crear este dispositivo, reconoce el creador de la Anguila Eléctrica, está inspirada por la Fundación Bill y Melinda Gates.
Esta ONG incluye entre sus "grandes retos para la salud global" la creación de una nueva generación de preservativos que mejoren el placer durante las relaciones sexuales, porque consideran que así estimularán su uso y reducirán los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual.
Quitmeyer y Peer, que han fundado su firma con otro doctorando de la Georgia Tech University, Paul Clifton, empezaron a comercializar su dispositivo a través de su página web.
Piden 350 dólares (o más, si alguien está dispuesto a pagar) por sus juguetes eróticos manufacturados y, con su venta, esperan recaudar fondos que garanticen la continuidad de la compañía.
Fuente: AP.