Cada vez que entras en la web dejas datos personales que las empresas usan para ganar dinero a costa de tu intimidad.

Cómo proteger tu privacidad en internet

Por UNO

Los tentáculos de Google, propietario de YouTube, Gmail, Android, Maps o el omnipresente buscador Chrome; y de Facebook, dueño también de WhatsApp, Instagram o Messenger, llegan poco menos que a tu cerebro. Solo les queda adivinar en qué estás pensando. Aunque a Facebook no le hace falta, porque te lo pregunta directamente cada vez que te conectas.

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Fragmentos de tu vida alimentan las arcas de las plataformas de internet gracias a la publicidad, y son una suculenta carnaza para hackers, políticos y otros curiosos... Incluso los grandes almacenes de venta online tienen un área de negocio especializada en analizar el comportamiento de sus compradores para adelantarse a lo que puede interesarles y ofrecérselo de antemano.

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"El precio de nuestros datos se sabe, pero cambia constantemente y depende de distintas variables. Lo que menos vale es la dirección postal; lo que más, los datos médicos. Hay páginas que calculan su valor en función de las circunstancias de cada usuario. El perfil que más vale es un hombre blanco", nos cuenta Marta Peirano, colaboradora de MUY, experta en criptografía digital y autora de El pequeño libro rojo del activista en la Red (Roca editorial, 2015).

Según denuncia Electronic Frontier Foundation, una organización sin ánimo de lucro que lucha por la defensa de los derechos civiles en la Red, "corporaciones, Gobiernos y partidos políticos podrían comprar estos datos de forma rutinaria para exprimir mejor a los ciudadanos".