La colonización de Marte ya no es solo un sueño de ciencia ficción, ya que para Elon Musk, es una hoja de ruta. En 2016, el empresario predijo que tomaría entre 40 y 100 años construir una civilización autosuficiente en el planeta rojo. Hoy, ese horizonte se ha acortado drásticamente. En una reunión reciente con empleados de SpaceX, Musk aseguró que dentro de 20 años habrá un millón de personas viviendo en el planeta rojo. Un nuevo hogar, un nuevo comienzo, impulsado por tecnología terrestre y ambición extra planetaria.
A Marte y más allá: El ambicioso plan de Elon Musk para colonizar el planeta rojo
SpaceX ya tiene cronograma y objetivos: un millón de personas viviendo en Marte para 2054, con naves, fábricas, cultivos y agua, todo desarrollado en el lugar.
El principio del viaje: Starship y la conquista de la órbita
La primera gran etapa comienza en 2026. Ese año está previsto el primer vuelo orbital del Starship, una nave totalmente reutilizable que podrá transportar hasta 100 personas por viaje. Esta capacidad de reutilización es clave para reducir los costos de cada misión y multiplicar los viajes, transformando lo que hoy es un privilegio científico en una posibilidad masiva.
Las primeras huellas serán de robots
Antes de llevar humanos, SpaceX planea una misión no tripulada para 2028. Esta nave robótica servirá como avanzada de reconocimiento: recogerá datos, probará los sistemas de aterrizaje y empezará la instalación de los primeros módulos esenciales para la vida marciana, entre ellos estarán las unidades para producir agua y oxígeno usando recursos locales.
Si se preguntan, ¿cómo es posible esto? La respuesta que da Elon y todo su equipo es aprovechando la atmósfera marciana rica en dióxido de carbono para generar oxígeno mediante procesos químicos como la electrólisis inversa o la captura directa. Si funciona, será un salto clave hacia la autosuficiencia (no depender de los recursos terrestres para que vivir en Marte sea posible).
El desembarco humano: 2030 como punto de inflexión
Si todo sale según lo planeado, los primeros humanos llegarán en 2030. Está a la vuelta de la esquina.
La misión será establecer las bases permanentes: módulos habitables, sistemas de energía, estaciones de tratamiento de agua y los primeros invernaderos. No se trata solo de sobrevivir sino de comenzar a vivir en Marte. Honestamente, nunca pensé que viviríamos para ver algo así.
De bases a ciudades subterráneas
Entre 2035 y 2050, el plan contempla una transición hacia estructuras subterráneas permanentes.
¿Y por qué bajo tierra? Ahí es más fácil protegerse de la radiación, las temperaturas extremas y los impactos de micro meteoritos. Las instalaciones incluirán laboratorios, hábitats, fábricas de combustible y espacios agrícolas autosuficientes.
¿Quiénes serán los primeros colonos?
No cualquiera podrá anotarse. El propio Musk estima que el costo inicial para “mudarse” a Marte será de 500.000 dólares por persona.
Ese precio cubrirá el transporte, el equipo, el entrenamiento y los suministros básicos para sobrevivir. Aun así, la visión es que, en el futuro, el costo disminuya y se abra a un segmento más amplio de la población. Musk incluso llegó a decir que espera “morir en Marte, pero no en el impacto”. ¿Quién querría pagar 500 mil dólares para ir a vivir a las futuras ciudades subterráneas de Marte?
¿Un plan descabellado o inevitable?
Puede sonar utópico, pero la historia de SpaceX nos dice que subestimar a Elon Musk es peligroso.
Del Falcon 1 al Falcon Heavy, del aterrizaje autónomo de cohetes al primer vuelo tripulado con Crew Dragon, la empresa ha cumplido muchos de los hitos que parecían imposibles. Ahora el objetivo está más lejos, sí.. pero no tanto.
Porque ya no se trata solo de explorar Marte, se trata de permanecer, de sobrevivir. Y si Elon logra haber llevado a la humanidad a vivir por fuera de la tierra, nos habrá transformado en una civilización interplanetaria.









