El turismo gastronómico es una excelente opción que suelen utilizar varios visitantes, especialmente en Argentina. En Buenos Aires, los bodegones son la estrella en este rubro, pero hay algunos que sin lugar a dudas merecen ser visitados. Este es el caso ideal porque se destaca por tener platos muy baratos donde se destaca porque es netamente peronista.

Este bodegón está ubicado dentro del corazón de Buenos Aires, donde sus dueños aseguran que son los reyes del homenaje a Eva Perón. Y los cientos de turistas que pasan por sus mesas durante el año ratifican esta versión por lo que sólo será cuestión de visitarlo para ratificarla.

Bodeegón La Capitana
El bodegón La Capitana es un sincero homenaje al peronismo con comida.

El bodegón La Capitana es un sincero homenaje al peronismo con comida.

El bodegón peronista

El nombre del bodegón en cuestión es bastante concreto ya que lo han denominado como La Capitana. En este mítico lugar el peronismo es la estrella, por lo que se convierte en el punto ideal para meterse en la historia política y comer algo tremendo durante cualquier época del año que una persona visite Buenos Aires.

Los precios son lo más llamativo de este bodegón, pero no porque sean altos. Ocurre todo lo contrario. Por una suma módica de $24.500 se puede conseguir una contundente porción de milanesa servida con papas fritas a caballo que, según sus dueños, alcanza para alimentar a tres comensales.

Bodeegón La Capitana 2
El bodegón La Capitana es un sincero homenaje al peronismo con comida.

El bodegón La Capitana es un sincero homenaje al peronismo con comida.

La Capitana no se limita a un plato en particular. El menú del clásico bodegón porteño incluye una variedad de platos típicos que complementan la experiencia culinaria y además es un lugar emblemático muy relacionado al peronismo de la década pasada, por lo que los homenajes dentro del lugar son constantes.

El bodegón está ubicado en calle Guardia Vieja al 4.446, dentro del barrio de Almagro en la provincia de Buenos Aires donde todavía se conserva una atmósfera nocturna que invita a comer y beber a sus visitantes. Y sobre todo, no es un lugar de difícil acceso al estar prácticamente en el centro de las barriadas porteñas.

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