En concreto, los profesionales sostienen que esta planta puede distraernos y hacer que nuestra concentración se vea perjudicada. Además, al estar en un lugar con poca iluminación, casi sombrío, el ejemplar no crecerá de la manera esperada.
Otro de los lugares donde jamás debe estar la lengua de suegra es en la cocina. En este caso, la explicación radica en que dicha sala culinaria es un espacio pequeño, donde hay electrodomésticos por todos lados, como así también utensilios y mobiliarios. Entonces, las energías se verán bloqueadas por tantos obstáculos y el poder de la sansevieria quedará nulo.
En sintonía, los cambios bruscos de temperatura, los vapores que se generan al cocinar y la grasa que salpica en cada preparación puede afectar el buen estado de esta planta de interior, dañándola e impidiendo su correcto crecimiento.
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Evita colocar una sansevieria en estos espacios.
Finalmente, el Feng Shui sugiere no tener una lengua de suegra en el baño. Si bien purifica el aire y aporta belleza a un espacio pequeño, esta planta no tendrá las condiciones suficientes para crecer, especialmente por la oscuridad que hay en cualquier cuarto de aseo. En consecuencia, no deberás colocar una sansevieria en este lugar, más allá del poder ornamental que representa.