Al estar disponible todo el año y ser una de las frutas que más dura en la heladera, la manzana se convierte en una de las más consumidas en todo el mundo. Aunque muchos no lo saben, hay una parte que no debe de comerse, pero que tampoco debe tirarse, para aprovechar sus múltiples beneficios.
Las semillas de manzana tienen sorprendentes beneficios para la piel
Se trata de las semillas presentes en la misma. Sucede que, en su interior, la misma tienen varios compuestos que pueden provocar efectos adversos en nuestra salud.
Cómo usar las semillas de manzana para rejuvenecer la piel
Muchas personas descartan las semillas de manzana y no saben que las mismas tienen grandes beneficios con respecto al cuidado de la piel.
Justamente, las propiedades antioxidantes de esta semilla la hacen un excelente aumentador de colágeno en el cuerpo humano, y por eso se recomienda su utilización.
Además de mejorar tu apariencia, estas semillas también protegen contra los rayos UV y son bastante indicadas en tratamientos de acné.
Una de las opciones más recomendadas es la de preparar una pasta a base de la pulpa de media manzana, una cucharada de miel y dos semillas de manzana triturada. Aplícala en tu rostro, deja actuar 10 minutos y lava con agua tibia.
Cuántas semillas de manzana son necesarias para intoxicarte
Dejando de lado el cuidado de la piel y retomando lo planteado inicialmente, se sabe que las semillas de manzana no deben ser consumidas debido a la presencia de, por ejemplo, la amigdalina, compuesto amargo que puede empeorar significativamente nuestro organismo.
Sin embargo, el consumo de semillas de manzana debe de ser alto para que se genere un daño importante en la salud. Para tener una idea, los especialistas señalan que se necesitan alrededor de 150 aproximadamente.
Si consumimos alguna vez una semilla de manzana no sería tan grave, lo máximo que puede hacer es provocarnos malestar estomacal.