Juntas y felices

"No somos primas, somos novias": se conocieron jugando al fútbol y cuentan su vida de pareja en Instagram

Malena y Martina se conocieron jugando al fútbol y después de un año comenzaron una fuerte relación que terminó en casamiento. En su cuenta de Instagram muestran sus días de felicidad que viven en pareja

Por UNO

Malena Pizarro y Martina Feldkamp se conocieron jugando al fútbol y en pocos meses se volvieron inseparables en una relación que se hizo fuerte a través de las redes sociales. Ambas mostraban sus habilidades en una cancha de fútbol y fuera de ella, ahora viven sus días más felices. Después de un tiempo de relación, en los que pasaron los mejores momentos juntas, decidieron unir sus vidas, y todo quedó reflejado en la red social Instagram.

"Antes de conocerte no era feliz, la verdad es que se ve que no me aceptaba y no era feliz. Cuando te conocí fui feliz, mis amigas fueron más felices, mi familia también. Me llevaste a Gualeguaychú, conocí a tu familia, me di cuenta que era muy parecida a la mía, que se podía, y me mostraste que podíamos tener una vida juntas y eso te lo voy a agradecer toda la vida", fueron las palabras que Malena le dijo a Martina en el casamiento.

Esas mismas palabras que sus familiares aún recuerdan conmovidos como la mejor parte de la ceremonia. Las dos estaban emocionadas y agradecidas por todos los momentos que vivieron juntas desde aquel día que se conocieron hace siete años.

En aquellos tiempos las dos jugaban al fútbol en equipos distintos, pero para un partido faltó una jugadora y gracias a eso sus caminos se cruzaron. Ganaron un campeonato y lo festejaron, pero el amor entre ambas apareció muchos meses después, a través de las redes sociales.

Malena y Martina contaron su historia, el significado de la frase que eligieron para su cuenta de Instagram, “No somos primas”, y los proyectos que fueron surgiendo desde que empezaron a subir contenido a esa red social para visibilizar la diversidad y apoyar al colectivo LGBTQ+.

El 5 de noviembre de 2022, en esa emotiva ceremonia, dieron el “sí” frente a sus amigos y familiares. Primero se realizó el casamiento por civil y después llegó el momento de la fiesta en medio de una inmensa felicidad a la que todos fueron en zapatillas para estar cómodos, no faltó la música, baile, una gigantografía de Lionel Messi que recibía a los invitados, y hasta tatuajes en vivo.

Chicas pareja casamiento.jpg

Las novias se tatuaron la fecha este día inolvidable, y aunque al principio no había muchos interesados en seguir sus pasos, se sorprendieron de que con el correr de la noche, unas 40 personas también se llevaron como souvenir un pequeño tattoo de distintas temáticas. Lógicamente que había mucho por festejar, y así lo expresan cuando recuerdan ese emotivo momento.

►TE PUEDE INTERESAR: Frank Rubio, el astronauta latino que fue al espacio por seis meses y no puede volver a la Tierra

“Ni primas, ni hermanas, ni amigas. Somos novias, y lo vamos a seguir visibilizando hasta que dejen de preguntarnos si nos falta alguien para sumarse; pedirnos que nos demos un beso para creernos; darse vuelta en la calle; creer que ‘es sólo una etapa pasajera’; pensar que es una moda; y entiendan que es amor del mas puro y genuino que sentimos alguna vez; que salir del closet nos hizo felices y nos sacamos una mochila inmensa; ser libres nos unió más a nuestros amigos y familia; ser auténticas nos potenció laboralmente; y podría seguir todo el día”, expresaron en una de las publicaciones de su cuenta de Instagram @nosomos.primas.

Embed

Esa denominación del perfil responde a la pregunta que más les hacían. “Siempre que nos veían juntas pensaban que éramos primas, hermanas, o amigas, y nunca asumían la opción de: ‘Quizás pueden ser pareja’”, explicó Martina, que comentaban sobre el momento que viven mientras disfrutaban de una escapada en familia junto a los padres de cada una, su cuñada y sus sobrinos.

Malena y Martina contaron que el próximo mes se van a cumplir seis años desde aquel día en que se vieron por primera vez, aunque hace casi siete años que habían coincidido, en aquel partido de fútbol, sin pensar en que iban a ser la compañera de vida de la otra.

“Male jugaba en un equipo con sus amigas del colegio, y yo en otro que nada que ver, pero una vez faltó una y el entrenador de ellas me pidió si podía ir a cubrirla, fui y ahí jugamos juntas, salimos campeones ese torneo, pero ni bola, cada quien estaba en la suya”, recordó la joven en diálogo con Infobae.

Más allá de que la relación fue fría, intercambiaron sus redes sociales para estar en contacto, pero recién un año después comenzaron a comunicarse de forma más cotidiana. Martina admitió que cuando vio que Malena era música y la escuchó tocar la guitarra, el teclado y el bajo, sintió admiración y allí surgió el primer flechazo. “Le contestaba las historias, todo por Instagram, y ya la empecé a mirar con otros ojos”, expresó muy espontánea.

Y aclaró: “Mi familia ya sabía que soy lesbiana, pero su familia no sabía nada, entonces al principio fue todo un tema, porque yo la conocí y le dije: ‘¿Tu familia ya sabe que te gustan las chicas, no?’, y ella en aquella conversación me dijo que no, ni sus papás, ni su hermana, ni sus amigos, nadie”.

Chicas pareja en la playa.jpg

Hasta que tras varias charlas, decidieron irse a vivir juntas, planificaron viajes, visitaron algunos familiares en la provincia de Entre Ríos, y al volver Malena soltó una mochila llena de miedos con la que había cargado durante varios años.

“Ya había tenido otras parejas mujeres, pero nunca se había animado a oficializar de manera pública un vínculo, y conmigo decidió que lo quería hacer; entonces yo me sentí muy importante en ese momento; primero habló con su hermana, después con sus padres, y cambió mucho la relación con todos, empezó a fluir mucho más, se llevaban mejor, y se vinieron muchos cambios positivos”, aseguró.

Malena confesó también que fue un proceso, porque al principio cuando iban caminando tomadas de la mano en la calle, algunas veces se soltaban cuando pasaban cerca de personas mayores o de un grupo de hombres.

Dejaron atrás los temores, tomaron como de quien viene los comentarios maliciosos, y se aferraron a lo que definen como “una gratificación impagable”: la libertad, el dejar de ocultar, no mentir ni omitir, y ser auténticas. Su cuenta de Instagram se convirtió en un espacio donde muestran su día a día de manera natural, dejando en claro que una de las formas de ser respetuosos es no prejuzgar ni asumir hechos de la vida de los demás.

A medida que los seguidores fueron creciendo, empezaron a llegarles mensajes con más frecuencia: “El 95% son positivos, nos dicen que los inspiró nuestra historia, que los ayudó para hablar con sus padres, nos agradecen porque se sienten más contenidos en la comunidad, o nos piden consejos, y obviamente no somos psicólogas ni profesionales para brindar asistencia, pero sí les respondemos desde nuestra experiencia, que también pertenecemos al colectivo LGBTQ+”.

Cuando Martina cumplió 30 años hicieron un viaje a Nueva York, en ese momento llevaban cinco años de novias, y Malena la sorprendió con la propuesta de casamiento. “Habíamos hablado de hacer un picnic en el Central Park, y de repente me dice: ‘Ya tengo tu regalo’, y me imaginaba cualquier cosa menos un anillo”, reconoció. Pocos segundos después llegó la pregunta: “¿Te querés casar conmigo?”, y recibió un “sí” rotundo.

Chicas pareja besos.jpg

Durante once meses planificaron el evento, y querían incluir un mensaje para todos los asistentes a la boda. “La relatora de fútbol Lola del Carril condujo la ceremonia y lo hizo de una forma hermosa, fue una genia porque les dijo que seguramente muchos de los que estaban ahí quizá nunca habían ido a un casamiento de dos personas del mismo sexo, que esto también es amor, y mis bisabuelos de 80 años estaban llorando, todos emocionados, y nos escribieron muchos familiares diciéndonos: ‘Chicas, nunca fui a una ceremonia tan real, tan genuino lo que se dijeron mutuamente, tan despojada de tantos prejuicios, donde me hayan dicho cosas tan importantes’, y nos daban las gracias por enseñarles”.

Luego de semejante emoción, volaron a Tailandia para su luna de miel y empalmaron con un vuelo a Qatar para ver el primer partido de la Selección Nacional en el Mundial 2022. “Todos nos recomendaban que nos cuidemos mucho, que vayamos precavidas, que no hagamos demostraciones públicas de afecto, y la verdad es que no fue tanto como nos imaginábamos, porque había tanta gente de tantas partes del mundo, y la realidad es que no tuvimos ninguna situación rara o que nos diera miedo”, reveló sobre la preocupación que les manifestaron sus seguidores por temor a que vivieran algún momento incómodo o de discriminación.

El objetivo era cumplirle el sueño a Malena, fanática de Messi, que quería ir a alentarlo en la tribuna y verlo meter un gol en la Copa del Mundo. “Íbamos a ver solo el de Arabia Saudita y volver a Dubái, que era donde hacíamos base, pero como Argentina perdió, para no quedarnos con el gusto amargo de la derrota, tuvimos la suerte de que conseguimos entradas para el segundo contra México, nos alojaron unos amigos y ganamos, así que nos volvimos a Argentina más contentas”, contaron muy divertidas.

Chicas pareja en el Mundial.jpg

Al regreso vieron el resto de los partidos, y después de superar cada obstáculo en el camino a la gloria, gritaron a pura alegría cuando el anhelo más grande se hizo realidad, y aseguran que nunca olvidarán que el mismo año en que se casaron fue el que Argentina alzó la copa dorada. Las dos siguen jugando al fútbol como pasatiempo, con el mismo director técnico que las presentó por casualidad. “Siempre le decimos que es nuestro Cupido”, decía con humor.

►TE PUEDE INTERESAR: Video: un pasajero abrió la puerta de un avión en pleno vuelo

Aseguró que jugar al fútbol es su momento de distención, porque durante la semana cada una está concentrada en sus respectivos trabajos: Malena es música, forma parte de la banda MISCE! -ella y su hermana, la cocinera Felicitas Pizarro, además son nietas de Juan Carlos Sarabia, fundador de Los Chalchaleros-, y Martina trabaja en el sector de Marketing en una reconocida empresa argentina de venta online.

Malena y Martina son un equipo en todo lo que emprenden, y recientemente lanzaron una marca de accesorios llamada Prima, muchos inspirados en el orgullo LGTBQ+. Comprometidas con la comunidad fiel de seguidores que las chicas tienen, también organizaron un encuentro que decidieron llamar “Mesa dulce”. Esto nada tiene que ver con el sentido literal del concepto, sino que se trata de una metáfora de doble sentido.

“Es una iniciativa que armamos hace un par de meses, que es como una app de citas para lesbianas solteras pero a través de Instagram, y la idea era: ‘Vení a la mesa dulce y elegí la torta que te guste’; empezó como un posteo que hicimos en nuestra cuenta, donde si eras mujer podías comentar la foto, y otra mujer que viera tu comentario te podía escribir, relacionarse, y hace poco hicimos la primera presencial en un restaurante y vinieron más de 100 mujeres”, contaron muy orgullosas.

“Ocho años atrás yo tenía una sola amiga lesbiana, y no había lugares para ir, es como que tenías que ir a lugares heterosexuales, hoy tenés opciones, alternativas, aplicaciones, un montón de bares gays, un grupo enorme de amigas lesbianas, y la gente está mucho más abierta, por más que todavía tenés un montón de personas que no lo entienden, más retrógradas, pero siento que hubo avances a pesar de todo”, sostuvo Martina, quien además confesó que el círculo social donde aún cuesta más “sentirse libre”, según los mensajes que reciben diariamente, sigue siendo el ámbito laboral.

Chicas pareja de futbolistas.jpg

“La salida del clóset en el laburo sigue siendo un tema, porque también hay muchos hombres en las empresas, en los puestos jerárquicos, y yo también en su momento lo viví, de tener miedo de contarlo en mi trabajo porque sentía que quizás si yo quería ascender o que me dieron otra posición, me iba a perjudicar decir que soy lesbiana, y me quedaba callada, pero después me di cuenta de que si en un lugar donde pasás nueve horas de tu vida todos los días, si ahí no puedo ser auténtica estoy perdiendo el tiempo”, afirmó Martina. Tanto a ella como a Malena les gusta mucho la frase “La vida es una”, que claramente las motiva a ser valientes y tomar decisiones basadas en lo que realmente sueñan y quieren.

Fuente: Infobae.

Temas relacionados: