En los adultos mayores, uno de los problemas más grandes que comienza a aparecer es la deshidratación, a menudo causada porque pierden el mecanismo de la sed, tienen menos agua corporal total, y sus riñones funcionan peor, entre otras condiciones.
Adultos mayores
Ni frutas, ni verduras: el postre que evita la deshidratación en adultos mayores
Los adultos mayores pueden consumir un postre que evita la deshidratación, un problema muy común en esta parte de la vida
Los adultos mayores tienden a sufrir la rápida deshidratación del cuerpo.
Para prevenir la deshidratación, lo que tienen que consumir mayormente son frutas y verduras, aunque hay un postre que es ideal y que también destaca. Lo cierto es que muchos no lo tienen en cuenta.
Gelatina, el postre que evita la deshidratación en adultos mayores
La gelatina es una forma útil y tradicional de ayudar a los adultos mayores a mantenerse hidratados, especialmente para aquellos con dificultades para tragar (disfagia) o falta de sed.
Sucede que este postre, que a menudo se utiliza como agua gelificada o mezclada con lácteos para aumentar nutrientes, puede aportar líquidos y mejorar la ingesta.
La gelatina puede ser más atractiva que el agua sola, ayudando a personas mayores con poco apetito o sed. Sin embargo, es importante entender que no reemplaza la necesidad de beber agua pura.
Si lo que quieres, además de prevenir la deshidratación es aumentar el aporte calórico y nutricional, puedes mezclar la gelatina con leche y yogur, convirtiéndolo en un suplemento dietético.
Las versiones comerciales de la gelatina pueden tener mucho azúcar o edulcorantes, por lo que es mejor optar por opciones más saludables o prepararlas en casa.
Como puedes ver, la gelatina es una excelente herramienta para complementar la hidratación en adultos mayores, especialmente cuando hay problemas para tragar o poca sed.
Cómo preparar una gelatina para hidratar a un adulto mayor en casa
- Hidratar la gelatina: espolvorea la gelatina en polvo sobre unos 100-125 ml de agua fría o zumo frío en un recipiente, revolviendo suavemente para que no se formen grumos. Deja reposar unos 10-15 minutos para que absorba el líquido y se esponje.
- Calentar el líquido: calienta el resto del zumo o agua en una olla pequeña (sin que llegue a hervir) o en el microondas.
- Disolver: añade la gelatina hidratada al líquido tibio y remueve hasta que esté completamente disuelta y sin grumos. Si usas endulzante o frutas, incorpóralos ahora.
- Enfriar y cuajar: vierte la mezcla en moldes o vasos y refrigera por al menos 2-4 horas, o hasta que esté firme y cuajada.
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