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Zamioculca, la planta de interior de exótica flor.
La Zamioculca tiene ramas pinnadas de color verde oscuro brillante. Produce flores en un espádice de color amarillo brillante o bronce y esta floración la podemos ver desde comienzos de verano a principios de invierno, por lo que casi todo el año disfrutaremos de una flor exótica y llena de vida.
Además de sus propiedades estéticas, la planta se destaca por ser un talismán de la buena suerte y la abundancia, según el Feng Shui. En concreto, la filosofía asiática de origen taoísta determina que la Zamioculca está vinculada al elemento madera, el cual simboliza energía, equilibrio, buena salud y familia. Para ello, debemos posicionar su maceta en el ala este del hogar.
Por último, y no menos importante, distintos estudios revelan que la mencionada planta es reconocida por sus propiedades purificadoras del aire, ya que capaz de neutralizar sustancias tóxicas como el xileno, el tolueno y el benceno.
Zamioculca: ¿Cómo cuidar la planta de la buena suerte?
Tal como te contamos anteriormente, la Zamioculca es una planta resistente, fuerte y de pocos cuidados de jardinería. En este sentido, uno de los puntos claves pasa por la iluminación, la cual deberá ser indirecta para no quemar sus hojas. Además, crece a la perfección en lugares sombríos.
Por otro lado, la temperatura también cumplirá un rol preponderante: esta planta tolera bien las temperaturas altas, pero no las bajas, y se adapta mejor a climas cálidos. Al pertenecer al orden de las suculentas, la Zamioculca no demanda un riego constante, por lo que bastará con regar solamente una vez a la semana.