El método es increíblemente simple pero sorprendentemente efectivo. Todo lo que necesitas es un corcho de botella y un poco de tiempo. El truco consiste en colocar un corcho o los que creas necesarios, en el centro de la frutera o en el recipiente donde se guardan las frutas.
Aunque pueda parecer poco convencional, la técnica aprovecha el hecho de que las moscas tienen una preferencia por ciertos olores y superficies. De esta misma forma también puedes implementar ponerle un poco de vinagre al corcho doblando la efectividad del truco.
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Para mejorar aún más la eficacia del truco, asegúrate de que el corcho esté limpio y seco antes de colocarlo en la frutera. Además, combinar este método con el uso de recipientes con tapa o mallas protectoras puede proporcionar una barrera adicional contra las moscas.