Limpiar absolutamente todo con vinagre no es bueno. Este producto tiene propiedades abrasivas muy beneficiosas para ciertos materiales y ciertas manchas, pero esto no significa que puede usarse en todos los rincones del hogar.
A continuación te explico cómo funciona el vinagre en el mundo de la limpieza, en qué superficies nunca deberías usarlo y en qué situaciones es seguro para limpiar las partes del hogar. Toma nota y presta atención.
Cuando se trata de productos de limpieza, siempre es mejor prevenir que lamentar. Muchos elementos que compramos en el supermercado o algunos ingredientes caseros sirven solo para ciertas cosas. Es muy normal agarrar un limpiador de piso y usarlo, por ejemplo, para limpiar un inodoro porque no tienes otro líquido a mano.
Probablemente al inodoro no le pase nada malo, a lo sumo va a quedar sucio y con gérmenes mal lavados. El problema aparece cuando los productos equivocados dañan las superficies, y esto pasa muy seguido por el uso indiscriminado de vinagre para limpiar.
El vinagre es un líquido ácido que se obtiene de dos formas: por fermentación y por destilación. El primer procedimiento es el utilizado para los vinagres de consumo alimenticio y, el segundo, es el que se usa para fabricar vinagre de limpieza.
El vinagre tiene varias propiedades de limpieza: es un agente ácido que disuelve minerales como el sarro, elimina cierto tipo de hongos y bacterias, es un desodorizante natural y es barato en comparación con otros productos.
El vinagre sirve para limpiar muchas superficies. No pasa nada si usamos vinagre en el baño, con los utensilios de cocina, ciertas prendas de ropa, vidrios, ventanas y como repelente de plagas.
Sin embargo, algunas superficies del hogar se pueden dañar permanentemente si entran en contacto con vinagre. Estos son 4 materiales prohibidos para el vinagre: