Innovación en salud

Médicos del Hospital Central hicieron su primer trasplante "a corazón parado"

La técnica de trasplante se denomina "asistolia" y consiste en mantener los órganos en condiciones a pesar de que el corazón haya dejado de funcionar

Por primera vez, el Hospital Central de Mendoza realizó un trasplante de órganos a partir de un donante en asistolia, una técnica que amplía las posibilidades de salvar vidas al utilizar órganos de personas cuyo corazón ya ha dejado de latir. La intervención permitió trasplantar con éxito un hígado y dos riñones a pacientes que integraban la lista del INCUCAI.

En qué consiste la técnica del trasplante a corazón parado

La asistolia, también conocida como “trasplante a corazón parado”, es un procedimiento que se aplica en personas fallecidas en determinadas condiciones, en las que, aunque el corazón ha dejado de funcionar, sus órganos aún pueden mantenerse en condiciones viables para la donación.

Mediante un protocolo controlado y el uso de tecnología especializada, se logra preservar esos órganos hasta el momento del trasplante.

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La donación se efectúa aún cuando el corazón de la persona que perdió la vida haya dejado de latir, puesto que los órganos se mantienen en funcionamiento mediante una bomba.

La donación se efectúa aún cuando el corazón de la persona que perdió la vida haya dejado de latir, puesto que los órganos se mantienen en funcionamiento mediante una bomba.

Un equipo humano y técnico clave para la nueva técnica de trasplante

El éxito de esta técnica depende del trabajo coordinado de múltiples actores: desde la familia del donante, que con gran generosidad acepta donar en un momento doloroso, hasta los equipos médicos y técnicos que intervienen en cada fase. Entre ellos, los perfusionistas cumplen un rol esencial al operar la bomba extracorpórea que mantiene los órganos oxigenados y en condiciones óptimas hasta ser implantados en los receptores.

Esta innovación representa que se multipliquen las oportunidades de vivir para la gente que se encuentra hace tiempo en lista de espera para recibir un trasplante.

Contención y empatía con la familia del donante

Desde el Hospital Central subrayaron que, antes de activar el protocolo de asistolia, el equipo médico mantiene un diálogo claro y empático con los familiares, explicando que, si su ser querido ya no puede recuperarse, la donación de órganos resulta una vía para prolongar otras vidas.

Este proceso se efectúa con delicadeza, pero al mismo tiempo con sinceridad y transparencia, reconociendo el dolor del momento y valorando la valiente decisión de la familia de la persona fallecida, sin la cual no sería posible que la donación se concretara.