Un peón rural mató a su pareja de un escopetazo y luego le envió la foto del cuerpo a sus familiares por WhatsApp. El brutal femicida fue detenido.
Brutal femicidio: un peón rural mató a su pareja y le envió la foto del cuerpo por WhatsApp a los familiares
El silencio de una antigua escuela rural se vio quebrantado por un crimen desgarrador: un femicidio que ha sacudido a la región de Pozo Hondo, especialmente en el paraje El Rincón.
La víctima fue identificada como Claudia Alejandra Carrizo, de 47 años, y el femicida es Rodolfo González, de 46 años, que trabaja de peón rural.
La mujer fue asesinada a sangre fría por un disparo de una escopeta, la cual fue secuestrada por las autoridades.
González, tras matarla de un disparo a la altura del pecho, sacó una foto al cuerpo sin vida y se lo envió vía WhatsApp a uno de los familiares que terminaron dando aviso a los uniformados de la Comisaría de Pozo Hondo.
Según contó, elliberal.com.ar, el terrible crimen sucedió en un paraje conocido como El Rincón, lugar que pertenece por jurisdicción a la comisaría de Pozo Hondo y Fiscalía del Centro Judicial de Las Termas.
González llevó a su pareja Carrizo hasta una antigua escuela primaria, ubicada en el paraje antes mencionado. Allí – sospechan los investigadores- hubo una discusión o algún tipo de reclamo.
Lo cierto es que el peón rural la condujo a su pareja a una de las aulas y le efectuó un disparo en el pecho.
Carrizo cayó y murió a los pocos minutos. El femicida tomó su celular y le sacó una fotografía al cuerpo sin vida de la mujer y luego se lo envió a Micaela Gómez, de 25 años, hija de la mujer asesinada.
"Rodolfo González es la pareja de mi mamá y me envió una foto con su cuerpo ensangrentado", alcanzó a manifestar la chica en medio de un estado de conmoción en la dependencia policial de Pozo Hondo.
Los uniformados recorrieron los casi 60 kilómetros que separan de Pozo Hondo al paraje EL Rincón. Al llegar vieron la tranquera abierta, avanzaron varios metros hasta que lograron observar al femicida en la galería del edificio en total soledad.
El bestial femicida se entregó vociferando: "Ya está", "Ya está".