La Asociación Mendocina de Graduados en Nutrición (AMGN) manifestó que la provincia tiene malos hábitos alimentarios y una deficiente educación al respecto.

A partir de los últimas y preocupantes cifras de la 4º Encuesta Nacional de Factores de Riesgo y los cuestionamientos nutricionales sobre la canasta de "alimentos esenciales", María Fátima Ghazoul, presidenta de la AMGN, apuntó a que el problema es "profundo" y está vinculado a una falta de educación alimentaria.

Según el informe publicado por el INDEC, el 61,6% de los argentinos tiene exceso de peso, 36,2% de personas sufren sobrepeso y 25,4% obesidad. Por su parte, en Mendoza se conocieron los datos del programa "Aprender con Salud 2018", donde se pudo observar que 4 de cada 10 niños mendocinos tienen problemas de sobrepeso u obesidad. 

"Si bien estamos en un momento de crisis económica que afecta nuestra alimentación, tenemos un serio problema de malos hábitos alimentarios. Por eso, es necesario que desde los organismos oficiales como Salud, Desarrollo Social y Educación; se establezca un programa de educación alimentaria nutricional permanente", indicó la profesional, quien también forma parte del Departamento de Educación para la Salud del Ministerio de Salud.

Para Ghazoul la clave es la educación y concientización, así subraya que los hábitos de alimentación saludable no siempre son más costosos; un ejemplo claro de ello es remplazar las bebidas azucaradas y gaseosas por agua.

"Los chicos no toman agua y eso es grave. La obesidad en los niños prende muchas alarmas. Desde el Ministerio se lanzó el programa "¡Aguante!" que promueve en consumo de agua potable. También se pueden remplazar las gaseosas por aguas saborizadas con frutas frescas", aconsejó la nutricionista, quien apuntó al compromiso de los adultos para inculcar a los niños nuevas formas de consumo.

Luego de que la canasta de 64 productos esenciales que lanzó el Gobierno nacional fuera criticada por su poco nivel nutricional,  Ghazoul rescató esta medida desde el punto de vista monetario, pero advirtió que debe ser acompañada por planes más profundos y complementario. 

"Es una buena oportunidad para poner el tema de la alimentación en el tapete y mejorar nuestra cultura alimentaria. Se debe tratar desde distintos aspectos, por ejemplo atacar también el sedentarismo incrementando las horas de actividad física en las escuelas o incentivar las pausas activas en los trabajos. La canasta es una medida de emergencia que no es del todo mala o del todo buena. No hay que tirar todo abajo sino que hay que educar ya que el último responsable de lo que comemos somos nosotros mismos", remarcó la nutricionista.

Bajo esta premisa, lo ideal -según  Ghazoul- es establecer planes paralelos a Precios Cuidados para "tener vidas más saludables". Uno de los consejos que ofreció es incorporar la visita a un nutricionista ya que la influencia de la publicidad y el acceso a guías nutricionales a través de internet no resultan favorables.  "Los nutricionistas estamos en centros de salud, hospitales y las obras sociales lo cubren. Es bueno que todos hiciéramos aunque sea una o dos consultas. De esta manera sabríamos cómo estamos, si tenemos sobrepeso o no hacemos suficiente actividad física", recomendó.

Temas relacionados: