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La verdad sobre si el pan de miga engorda: que dicen los expertos

El pan es el alimento más básico y durante mucho tiempo ha dado lugar a ciertos mitos sobre su efecto en el cuerpo y si engorda o no. Todos los detalles

La miga de pan ha sido durante mucho tiempo un tema de debate en el mundo de la alimentación. A menudo surgen dudas sobre cuál parte del su composición que realmente engorda más. ¿Es la corteza, crujiente y dorada, o la miga, suave y esponjosa, la que tiene mayor impacto en el aumento de peso? Expertos en nutrición y salud aclaran este mito tan recurrente.

Para entender si el pan realmente atribuye al aumento de peso, es necesario comprender las porciones que se consumen, el tipo de harina y los ingredientes que lo componen para una alimentación equilibrada como la sal, el aceite y la levadura.

¿La miga de pan engorda más que la corteza?

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El pan está compuesto principalmente por almidón, proteínas y agua, lo que lo convierte en una fuente de carbohidratos complejos que proporcionan energía al cuerpo. En general, la diferencia en el contenido calórico entre la miga y la corteza es mínima. La miga es más suave y tiene más humedad que la corteza, lo que la hace parecer más densa, pero no necesariamente más calórica.

El valor calórico de un trozo de pan depende de su tipo y tamaño. Si bien es cierto que la corteza tiene más concentración de nutrientes como los minerales, la miga no contiene más calorías por sí misma. En definitiva, la clave está en la cantidad de pan consumido y no tanto en la parte que se elija.

Lo cierto es que cada 100 gramos de pan blanco hay aproximadamente 250 calorías, y una porción estándar de pan (alrededor de 40 gramos) aporta alrededor de 100 calorías, pero el cuerpo lo utiliza para el funcionamiento diario. Lo que sí influye en el peso es cuando se consume pan en exceso, ya que puede almacenarse en el cuerpo como grasa si no se gasta como energía.

El impacto del tipo de pan

El tipo de pan que se elija también influye en la cantidad de calorías y nutrientes que se consumen. Los panes elaborados con harinas refinadas, como el pan blanco, suelen tener un índice glucémico más alto, lo que puede generar picos de insulina y promover el almacenamiento de grasa en el cuerpo.

Por otro lado, el pan integral, que conserva las fibras y nutrientes del grano entero, lo que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) está asociado con una reducción en el riesgo de enfermedades cardíacas, obesidad, efecto menos pronunciado en los niveles de azúcar en sangre y como una opción más saludable.

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Según estudios de la Fundación Española de Nutrición, el consumo moderado de pan integral forma parte de una dieta equilibrada y no está directamente relacionado con el aumento de peso si se consume de manera responsable.

En el caso del pan de masa madre, otro favorito por sus propiedades digestivas y sabor, también puede ser una opción más beneficiosa que el pan tradicional, ya que su fermentación natural puede mejorar la absorción de nutrientes y reducir el impacto de los carbohidratos en el cuerpo.

Lo que realmente engorda

Más allá de la miga o la corteza, los expertos coinciden en que lo que realmente afecta el aumento de peso es la cantidad de pan que se consume. Como cualquier otro alimento, el exceso de calorías puede llevar al aumento de peso. No hay alimentos mágicos que por sí solos te hagan engordar, lo importante es el balance general de lo que comes a lo largo del día.

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