La noción de este frase influyó en la ciencia antigua, en la reflexión sobre el cambio y en la lógica clásica. Te contamos sobre esta filosofía y como puede cambiar tu vida.
La popular frase de la filosofía en latín para avanzar en la vida: ¿Qué significa "De nihilo nihil"?
La frase latina “De nihilo nihil”, se traduce como como “de la nada, nada”. Esta expresión se utiliza para recordar que los resultados, por pequeños o grandes que sean, requieren necesariamente una inversión previa: trabajo, planificación, recursos, información, esfuerzo físico o intelectual. Para esta filosofía nada significativo , sea un informe, un proyecto, una mejora de procesos o un producto terminada, puede aparecer sin que alguien haya generado las condiciones para que exista.
El origen de esta frase de la filosofía griega se remonta a Parménides, en su poema filosófico del siglo V a. C., afirmaba que “nada puede provenir de lo que no es”, y esta idea fue retomada siglos después por el poeta romano Lucrecio en De rerum natura, donde explica que ningún fenómeno puede aparecer sin un origen material. De allí proviene la versión latina que llegó hasta nosotros.
Como aplicar esta popular frase de la filosofía en tu día a día
En su sentido filosófico estricto, la frase expresa un principio de racionalidad y continuidad: todo lo que existe deriva de algo previo. No se trata de una metáfora, sino de una afirmación ontológica: el vacío absoluto no es un punto de partida para nada. Con el paso del tiempo, esta frase se desprendió de su contexto estrictamente filosófico y pasó a usarse como un proverbio cotidiano en la cultura latina y, más tarde, en la europea.
También es habitual emplearla para subrayar un principio de responsabilidad y coherencia. En muchos entornos profesionales, la frase se usa cuando se pretende obtener un beneficio sin haber aportado un esfuerzo equivalente, o cuando se intenta alcanzar una meta sin haber establecido los pasos necesarios.
Esta frase de la filosofía griega funciona como un recordatorio de que no se puede exigir aquello que no se ha construido. Sin causa previa no hay efecto, y sin acción, no hay resultado. Es una forma concisa y precisa de reconocer que toda producción humana depende siempre de un origen concreto y verificable.






