Filosofía

La frase de la filosofía griega que es una guía para el buen vivir: ¿Qué significa "Omnia mea mecum porto"?

Algunas frases de la antigua filosofía nos enseñan que la verdadera fortaleza y paz vienen de nuestro interior, no de lo externo

Hay frases que han sobrevivido al paso del tiempo porque encierran enseñanzas que siguen siendo útiles. Algunas provienen de la antigua filosofía y nos ayudan a desarrollar resiliencia, claridad mental y fortaleza interior frente a los desafíos de la vida moderna.

La filosofía nos recuerda que lo que realmente nos sostiene no depende de lo externo, sino de lo que cultivamos en nuestro interior. Aprender y aplicar estas frases nos permite mantenernos firmes, enfocados y en paz, sin importar lo que ocurra a nuestro alrededor.

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La frase de la filosofía griega que es una guía para el buen vivir: ¿Qué significa "Omnia mea mecum porto"?

La frase latina “Omnia mea mecum porto”, que significa “todo lo mío lo llevo conmigo”, es más que palabras: es una lección de vida. Se la atribuye a Bías de Priene, uno de los Siete Sabios de Grecia.

Cuando su ciudad fue destruida, todos cargaban oro y objetos valiosos. Bías, en cambio, caminaba vacío de manos y dijo: “Todo lo mío lo llevo conmigo”. Con esta frase enseñó que la verdadera riqueza no está en lo que poseemos, sino en lo que somos: nuestra sabiduría, nuestras virtudes, nuestro carácter.

Aunque esta frase surgió siglos antes del estoicismo, encaja a la perfección con su filosofía: lo esencial no está en lo externo, sino en la fortaleza interior. El oro se oxida, las ciudades caen, las circunstancias cambian… pero lo que construimos dentro de nosotros, la templanza, la disciplina, la calma, permanece firme y se convierte en un refugio en tiempos difíciles.

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Filosofía: ¿Cómo utilizar esta frase en la actualidad?

Hoy en día, “Omnia mea mecum porto” resulta más vigente que nunca. En un mundo marcado por la acumulación de bienes, la pérdida de estabilidad y la constante incertidumbre, esta frase nos recuerda que lo esencial no es lo que tenemos, sino lo que somos.

Aplicar esta enseñanza de la filosofía estoica significa invertir en lo que nunca se pierde: el conocimiento, las experiencias, los valores y la fortaleza interior. Usarla en la vida moderna implica practicar el desapego material, cultivar la resiliencia y recordar que las circunstancias externas cambian, pero lo que llevamos en nuestra mente y en nuestro carácter siempre permanece.

Así, la sentencia de Bías de Priene sigue siendo una lección poderosa: la verdadera riqueza no cabe en una maleta, sino que viaja con nosotros a todas partes.

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