En su resolución, dejó en claro que no se trató de mala praxis ni de errores humanos, sino de una serie de ataques deliberados, cuidadosamente ejecutados.
Aunque nadie la vio inyectar las sustancias, la acusación se apoya en una serie de ocho indicios contundentes. El caso, que superó los 17 cuerpos de expediente y casi 200 testigos, logró reconstruir cómo y cuándo habría actuado la enfermera.
Así mató Brenda Agüero a los cinco bebés
Uno de los episodios más impactantes es el de Angeline Rojas, ocurrido el 6 de junio de 2022. Ese día, Brenda Agüero marcó asistencia entre las 6.20 y las 14.22.
La bebé nació a las 10.44 y fue entregada a sus padres, que la sostuvieron en brazos en la sala de recuperación. Brenda, como enfermera de obstetricia, estaba asignada al cuidado de la madre, pero en un momento tomó a la bebé sin explicación y se la llevó.
Según el fiscal, entre las 11 y las 11.30, en un instante de soledad, Agüero habría inyectado una dosis letal de potasio, sustancia que provoca hiperpotasemia y, en consecuencia, un paro cardíaco.
Las autopsias judiciales confirmaron que esa fue la causa de muerte. Lo escalofriante es que Brenda reconoció haber estado a solas con la familia en ese horario, algo que para Garzón es una admisión clave.
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Enfermera asesina: dieron detalles escabrosos de cómo Brenda Agüero mató a cinco bebés
Las víctimas no compartían patologías previas, no tenían diagnósticos de riesgo ni estaban bajo tratamientos especiales. Los episodios de muerte y descompensación ocurrieron en un mismo rango horario, con bebés nacidos sanos, y siempre en presencia de Brenda Agüero, quien marcaba asistencia en el momento exacto en que los bebés se agravaban o morían.
La investigación también reveló que en los casos de Melody Molina y otros bebés, las autopsias arrojaron resultados similares: bradicardia extrema provocada por hiperpotasemia.
No había ampollas mal rotuladas ni fallas de protocolo. Alguien estaba administrando potasio en dosis incompatibles con la vida.
Un caso que marcó precedentes
El juicio duró 57 días, con 99 testigos, y culminó con una decisión histórica: Brenda Agüero fue declarada culpable por un jurado popular, convirtiéndose en la primera asesina serial condenada en la historia penal de Córdoba.
La sentencia incluye además el reconocimiento de indemnizaciones para las familias de las víctimas y encuadra lo sucedido como un acto de violencia institucional, por la cadena de responsabilidades que permitió que una enfermera, con acceso directo a recién nacidos, pudiera actuar impunemente durante meses.