Las suculentas son las favoritas de quienes buscan plantas resistentes y de bajo mantenimiento. Sin embargo, muchas personas desconocen que, con el cuidado adecuado, estas plantas pueden sobrevivir, florecer y resistir mejor a plagas o enfermedades.
Las suculentas son las favoritas de quienes buscan plantas resistentes y de bajo mantenimiento. Sin embargo, muchas personas desconocen que, con el cuidado adecuado, estas plantas pueden sobrevivir, florecer y resistir mejor a plagas o enfermedades.
El secreto de los jardineros para que se te den bien estas plantas está en saber cómo y cuándo abonar, un detalle que marca la diferencia entre una suculenta saludable y una que apenas se mantiene viva.
Aunque las suculentas son increíblemente adaptables, el momento de fertilización es crucial para su desarrollo. La clave está en identificar su etapa de crecimiento. Por lo general, la mayoría de las suculentas comienzan a despertar del reposo al final del invierno, lo que convierte la primavera en el momento ideal para empezar a abonar. No obstante, hay excepciones, como el cactus de Navidad, que florece en invierno y requiere fertilización en esta estación.
Además, hay dos factores climáticos a considerar:
Para las suculentas en interior, el calendario también debe adaptarse a su ciclo de crecimiento. Si nunca las has abonado y llevan tiempo en casa, es buen momento para empezar, siempre que no estén en reposo.
Si quieres maximizar la salud de tus suculentas, es fundamental utilizar los productos y técnicas adecuadas. Aquí tienes algunos consejos clave: