El truco casero para injertar un árbol frutal y que de frutos en poco tiempo

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En el ámbito de la jardinería, un injerto se define como la unión de un fragmento de tallo o yema de un árbol (denominado injerto) a una planta receptora (llamada patrón), con el objetivo de que ambos se integren y crezcan como una sola entidad.

Esta técnica se emplea no solo con fines comerciales para obtener árboles más resistentes o variedades autopolinizantes, sino también en jardines domésticos para experimentar con diferentes combinaciones de frutas y mejorar la producción en menor tiempo. Un aspecto clave para el éxito de un injerto es la compatibilidad entre el injerto y el patrón, siendo ideal utilizar árboles de la misma familia para garantizar que el proceso sea efectivo.

El truco casero para hacer un injerto en un árbol frutal

• Corte de la rama: Selecciona una rama del árbol que deseas injertar, asegurándote de hacerlo en un ángulo de 45 grados cuando la rama comience a desarrollar brotes.
• Unión de las ramas: Empareja la rama cortada con el patrón mediante una cinta especial para injertos, asegurando que ambas partes queden firmemente unidas.
• Protección del injerto: Cubre el injerto con una bolsa de papel o material similar para protegerlo de las inclemencias del tiempo y de posibles plagas.
• Periodo de espera: Deja que las ramas crezcan juntas durante 3 a 4 semanas, permitiendo que la unión se consolide.
• Retiro de la protección: Una vez que las ramas estén bien integradas, retira la protección para que las ramas crezcan de manera independiente.

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Injerto de hendidura doble: una técnica eficaz para árboles frutales

El injerto de hendidura doble es una técnica tradicional, pero muy efectiva, que se utiliza principalmente para rejuvenecer árboles frutales o cambiar la variedad de fruta que producen. Este método es ideal para árboles con un tronco de hasta 10 centímetros de diámetro y se realiza durante el invierno. Consiste en insertar dos ramas con biseles en ambos lados dentro de una hendidura en el árbol patrón. Una vez ajustadas y atadas, se espera a que las yemas comiencen a brotar para retirar las ataduras.