Las lamparitas o focos LED se han convertido en una opción popular por su bajo consumo de energía y larga duración. Sin embargo, muchas veces parecen fallar antes de tiempo, y los usuarios optan por desecharlas sin saber que existe un sencillo truco casero para repararlas y evitar gastos innecesarios.

Este método te permite revivir ciertas bombillas LED que dejan de funcionar, pero que en realidad no están completamente quemadas, sin tener conocimientos de electricidad avanzados ni herramientas costosas.

Aunque se promocionan como duraderas, las lamparitas LED pueden fallar por varias razones. La más común es la interrupción del circuito por soldaduras flojas, capacitores defectuosos o acumulación de polvo en zonas críticas. En muchos casos, la falla no se encuentra en el LED en sí, sino en componentes internos que pueden corregirse fácilmente.

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El truco casero para arreglar un foco LED

Este método aplica solo a bombillas LED que dejaron de encender, pero que no presentan signos visibles de quemado o explosión. El truco consiste en revisar los componentes internos y reactivar la conexión eléctrica con una limpieza y un pequeño ajuste.

Estos son los materiales que necesitarás

  • Un destornillador plano pequeño
  • Alcohol isopropílico (o vinagre blanco como alternativa)
  • Cotonetes o pincel pequeño
  • Un soldador básico (opcional)
  • Pasta para soldar (opcional)

Paso a paso del truco casero

Abrir la carcasa de la lámpara LED: La mayoría de estas bombillas tiene una cubierta plástica que puede retirarse cuidadosamente con un destornillador plano. Se recomienda ejercer presión lateral hasta liberar la tapa difusora.

Inspeccionar visualmente el circuito: Una vez abierta, se debe observar si algún componente parece dañado, hinchado o con puntos negros. La mayoría de las veces, el problema está en una soldadura floja o un punto sucio.

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Limpiar el circuito: Con un cotonete humedecido en alcohol isopropílico (o vinagre), se limpia cuidadosamente la superficie del circuito impreso. Esto elimina restos de polvo o grasa que interrumpen el paso de corriente.

Revisar los puntos de soldadura: Si se detecta una soldadura agrietada o floja, se puede aplicar una pequeña cantidad de pasta para soldar y calentarla con un soldador para reforzar la conexión. Este paso es opcional, pero mejora el contacto eléctrico.

Cerrar la lámpara y probarla: Luego de limpiar y ajustar, se vuelve a colocar la carcasa plástica y se enrosca la lámpara en el portalámparas para probar su funcionamiento. En muchos casos, la lámpara vuelve a encender normalmente.

Beneficios del truco casero

  • Evita comprar lámparas nuevas innecesariamente
  • Reduce residuos electrónicos
  • Permite ahorrar dinero
  • Fomenta el autocuidado y la conciencia ecológica

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