"Este triunfo le gustó a mucha gente. Acá en Mendoza hubo mucha gente contenta, y además, me ha escrito mucha gente de todo el país. Estábamos muy bien. Si la pelea iba a diez rounds, teníamos "cartuchos" de sobra para tirar hasta el final" Juan Javier Carrasco "Este triunfo le gustó a mucha gente. Acá en Mendoza hubo mucha gente contenta, y además, me ha escrito mucha gente de todo el país. Estábamos muy bien. Si la pelea iba a diez rounds, teníamos "cartuchos" de sobra para tirar hasta el final" Juan Javier Carrasco
El pasado miércoles, trascendió desde la empresa promotora de Carrasco - OR Promotions-, que el próximo compromiso del Titán será el 18 de febrero, en Londres, por el título ligero Intercontinental ante el zurdo invicto irlandés Gary Cully.
Luego de haber tenido un parate de dos años por problemas judiciales, y sufrir severas lesiones (fracturas), el mendocino "escupió sangre", se puso de pie, y recomenzó todo de nuevo, con la convicción de saber que se puede. Cargando sus propios sueños de gloria, y una mejor vida para sus hijos Valentino (9) y Victoria (4) y su esposa Karen, busca alcanzar un título mundial y protagonista en las grandes carteleras mundiales.
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Una pelea bisagra en la carrera de Carrasco
Tanto el contexto, como la calidad de los contrincantes, sirvió para este pleito realizado en el Casino de Buenos Aires, en Puerto Madero quede como uno de los mejores del año. Hubo duelo de favoritismos, y desafío tácito entre escuderías, ya que se midieron los mejores de dos importantes promotores, como El Negro Rivero, y Mario Margossian.
El contundente triunfo del mendocino, que mandó a la lona dos veces al de San Francisco Solano -Buenos Aires-, una en el tercer capítulo, y la segunda, y definitiva, en el quinto; dejó expedito el camino para el lanzamiento internacional del ahora pupilo de Pablo Chacón.
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Familia pugilística. Juancito junto a sus hermanos Gumersindo (centro), que ostentó la corona Latina y fue challenger mundialista; y el menor, Manuelito, también profesional. Falta el mayor, Roberto, que se llama como el papá de todos, y fue el que inició una dinastía de buenos boxeadores.
Juancito, como lo conocen todos, o Titán, como lo etiquetó el marketing porteño, nació para el deporte, y en especial el boxeo, ya que todos sus hermanos, Roberto, Gumersindo; y el menor, Manuel, son excelentes púgiles. Este Carrasco supo conquistar con su boxeo potente y aplomado al manager más importante del país, Osvaldo Rivero, cuando comenzó a integrar la selección argentina amateur.
Una semana después del triunfo en Puerto Madero, ya siguió entrenando a full "Empiezo el año, es mejor estar así, preparado. Hago mantenimiento, para empezar luego fuerte y estar disponible para una próxima fecha", dijo Juan, que aún ignoraba el compromiso con Cully en Reino Unido.
"La pelea fue como un clásico. El otro pibe es de la contra del Negro (Margossian), y en las tribunas estaba toda la hinchada de él. Apenas me rozaba, gritaban todos (festejando)", recordó el púgil que vive en la capital mendocina.
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Uppercut de derecha. Carrasco mostró un "boxeo total" frente al que era considerado el mejor ligero argentino, Quintana, al que sacó en el quinto round por KO efectivo.
El duelo entre los mejores ligeros del país, no le pesó a Juan, que ganó en su carera amateur mucha experiencia, peleando en Italia primero, y en la franquicia Los Cóndores de Argentina después, en la World Series Boxing (WSB) de la AIBA. "De mi parte, yo no tenía presión, todo el compromiso era para él. Es un buen boxeador, tiene sus cosas y era favorito. Creo que nos subestimaron en todo, hasta en el pesaje. Pero se llevó una sorpresa, y aguantó un par de rounds más de puro coraje y orgullo, por estar ante su gente, ya que lo trabajé de entrada abajo (zona abdominal), y luego fuimos a castigar arriba y se dio", confesó feliz al recordar esa noche.
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Tiempos de la World Boxing Series (WSB) de la AIBA, donde adquirió mucho rodaje internacional y experiencia clave para esta etapa profesional.
Una visión optimista del futuro en general
Para cerrar el tema de la pelea con el Sugar Quintana, Juancito analizó: "Fue una gran pelea. Me gustó el festival. Está muy bueno esto de las fecha FAB, ya que allí se puedan enfrentar los mejores entre sí. Basta de "coronitas" y protegidos", es bueno no engañar y que peleen los que tienen el mismo nivel".
"Esta temporada se vienen buenas cosas para el boxeo. Está cobrando vida de nuevo la actividad acá en Mendoza, y hay buenos boxeadores, va a haber muchos festivales. Faltaba que le diera oportunidad al semillero nomás", aportó luego.
Al mencionar en la charla a la pasada pelea entre los dos mejores rankeados del país, no quedó afuera la figura del campeón nacional, y Juan contó que "quisimos pelear por el título argentino, que sería un lindo título para traer a Mendoza, pero (Claudio) Daneff no nos quiso pelear. Estaría bueno ser campeón argentino y sudamericano. La FAB tendrá que actuar, o que pelee o lo deje vacante", se quejó el púgil.
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El Titán y El Negro. El empresario Osvaldo Rivero lo adoptó como a un hijo, ya desde su temprana carrera amateur, al púgil mendocino.
Gentileza Juan Carrasco
El agradecimiento al Negro Rivero
Muy emocionado se lo vio a su manager, quien de a poco ha ido dejando el manejo de la empresa en manos de sus hijo, pero que tras la pelea con Quintana, no se pudo contener y subió al ring a abrazar a "su pollo". "El Negro Rivero es todo en mi carrera. Ha sido testigo de mi vida. ha estado en las malas y en las buenas, ya desde chico", dijo sin pudor Juan.
Sobre ese mal momento mencionado, explicó: "El talento siempre estuvo, lo que pasa es que faltaba pulir, faltaba trabajar. Por eso tomé la decisión de irme del Firpo porque estaba estancado. Me dolió en el alma traicionarlo al Osvaldo (Corro), porque fue una traición para él, pero yo tenía que ver por mi futuro".
Sobre esa espina, que fue dejar la casa que frecuentó de muy chico, acompañando a sus hermanos, continuó: "Cuando me hice profesional, Estuve en el Firpo cuatro años, e hice seis peleas, pero estaba mal físicamente y fuera de distancia, ya que no tenía con quien guantear. Luego, dos años parado, luego lesionado. Y la verdad es que estaba muy mal hasta psicológicamente. Hasta llegué a abandonar el boxeo. En este vacío estuvo el Negro, estuvo mi papá, y es lindo tener ese apoyo de la familia. Así pude seguir adelante".
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El Firpo. Allí, acompañando a su hermano Gumersindo (izq.) hizo del gimnasio su segunda casa y aprendiendo el ABC del boxeo junto al maestro Osvaldo Corro.
Raúl Adriazola/Diario UNO
"Ahora estamos bien, dos títulos Latinos -FIB y CMB- y ahora el Sudamericano, creo que no es poca cosa. El año 2022 fue un gran año, y el anterior también", exclamó con orgullo.
"Pero ahora viene lo mejor, va a ser un año tremendo. Esta pelea me abrió las puertas. Ganar una pelea afuera me va a lanzarme y pasar a los eventos grandes. El Negro Rivero está trabajando en eso. Va tranquilo, así es él. Por ejemplo, yo al Chino (Maidana), lo veo muy apurado y te lleva de una a las grandes", expresó Juan.
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Parte de la familia de Juancito. Allí está su padre, quien le enseñó con el ejemplo la disciplina de un deportista. También están sus hijos, su hermano Gumer, una hermana y sobrinos.
Gentileza Juan Carrasco
"La familia está muy contenta. Y no es para menos, después de tanto sacrificio, que se empiecen a dar los frutos es lindo. Esto me fortalece. Era cuestión de tiempo y de trabajar", agregó.
Tocado el tema trabajo en el gimnasio, el púgil contó como fue la preparación para el triunfo titular. "El trabajo fue el mismo de siempre, sólo que con más intensidad. Eso sí, los guanteos fueron fuertes. Trabajé con los chicos del gimnasio, que me exigieron y hay variedad (de estilos). Trabajé con el Turco (Abraham Buonarrigo, Joel Mafauad (pelea el próximo viernes 20 por el título Latino), (Nicolás) Palavecino, y otros. Hay bastantes, y nunca falta alguno que viene de afuera. Está bueno el roce que hay ahí", agradeció Carrasco la disposición de sus compañeros en el gimnasio de calle Molinero Tejeda de Las Heras.
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Juancito junto a su actual entrenador, Pablo Chacón, y Sebastián Rivero, hijo del Negro, de la empresa OR Promotions, que manejan los destinos del púgil mendocino.
La palabra de Chacón
Muy orgulloso y feliz por el gran triunfo de su pupilo, quien además de lo deportivo, se gana el corazón de todos por su humildad y timidez, el ex campeón mundial Pablo Chacón analizó lo hecho por Juancito el pasado 30 de diciembre el Buenos Aires, y se animó a proyectar a futuro
"Juancito tuvo un rendimiento optimo para esta pelea con Quintana, que llegaba con mucha propaganda. Carrasco volvió a ser el de Italia (cuando peleó como amateur para el equipo Dolce Gabbana Milano Thunders de la WSB de Aiba)", analizó el ex medallista olímpico en Atlanta '96.
Luego sumó: "Ahora está más ordenado, tiempista. Vi a un Juan bien en los tres factores de boxeo: la defensa, el ataque y la contra. Se contuvo, hizo caso y no se fue de boca. Hizo una peleo optima, tuvo un rendimiento que el rival no esperaba. No lo encontró nunca, y cuando metió un par de manos -un gancho y un voleado- en la parte lateral de la cabeza, Juan le aguantó la mano. Luego lo hizo errar y dudar, y así lo dominó", destacó Chacón, que es secundado en su trabajo por Armando Andrada.
Pablo Chacón anunció que desde la empresa de Rivero le consiguieron una pelea en el exterior, y profetizó: "Juan está para cosas mayores, y entrena para eso. Para la pelea con Quintana metió un mes de guanteo con Popó (Mafauad), que es más grande (welter) sumando entre 25 y 30 round por semana", concluyó El Relámpago Chacón.