Argentina es un país que guarda en su memoria los sabores de su infancia. A lo largo de las décadas, han sido muchos los productos que marcaron a generaciones enteras, pero que, lamentablemente, ya no se fabrican más. Quédate y te cuento cuáles son los más pedidos.
El clásico producto argentino que desapareció y causa nostalgia en toda una generación
Estos productos enciende los recuerdos de toda una generación, ya que fueron emblemáticos en el mercado de los años 90, trayendo consigo una ola de nostalgia entre los adultos que crecieron con ellos. Entre los más recordados se destacan los siguientes:
Cuáles son los productos que no se fabrican más y viven en el recuerdo de los argentinos
Salchichas Vieníssima rellenas de queso
Las salchichas Vienísima ya eran un clásico en las loncheras de los años 90, pero la versión rellena de queso llevó el concepto al siguiente nivel. Su sabor inconfundible y su practicidad las convirtieron en un ícono.
Serenito "hormigas": el postrecito con granas negras que marcó una era
El Serenito con hormiguitas, como lo llamaban los chicos de los 90, era una versión especial del clásico postre de vainilla con una cobertura de granas negras que simulaban ser "hormigas".
Aunque actualmente no se consigue fácilmente o no existe en nuestro país, su recuerdo sigue vivo entre quienes lo disfrutaban como premio después del colegio, en casa o como parte de un cumpleaños.
Papas fritas Lays Aireadas: livianas, crujientes y diferentes
En la era dorada de los snacks, las Lays Aireadas fueron una propuesta distinta. Más livianas, con una textura única y un sabor más suave, estas papas fritas ofrecían una alternativa novedosa que hoy es casi imposible de encontrar. Su rareza actual las convierte en un objeto de deseo entre los coleccionistas de sabores retro.
Hi-C: el jugo para preparar que acompañó miles de meriendas
Antes del auge de las bebidas listas para consumir, el Hi-C era sinónimo de merienda en casa. Venía en botellas para diluir en agua y se ofrecía en sabores como naranja, frutilla o uva.
Hoy, muchos recuerdan con cariño el ritual de prepararlo en una jarra familiar, y hay quienes sueñan con volver a probarlo.