A la hora de lavar los platos y las ollas, el uso de la esponja metálica está extendido en la mayoría de las cocinas. Sin embargo, muchas personas desconocen que un elemento muy utilizado en el mundo de la cocina puede reemplazarlas sin ningún tipo de problemas.
Las esponjas metálicas pueden ser fácilmente reemplazadas en la cocina
Uno de los elementos más utilizados en el mundo de la limpieza y que cumple con estas funciones es la virulana. No obstante, no es al que esta nota hace referencia.
El elemento de cocina que reemplaza a la esponja metálica
Sin más rodeos, el elemento de cocina con el que puedes reemplazar a la esponja metálica y lavar ollas y sartenes sin problemas es el papel aluminio.
El papel aluminio es muy utilizado para envolver y conservar los alimentos en el mundo de la cocina, y muchas personas desconocen su vinculación con el mundo de la limpieza.
Justamente, la presencia del metal en el papel aluminio lo hace un elemento reemplazable ante la falta de una esponja metálica o virulana. Todo lo que tienes que hacer es hacer una bola con el mismo para simular la estructura de las opciones antes mencionadas.
Por otro lado, si no quieres reemplazarla, hay que decir que el papel aluminio puede evitar que tu esponja de lavar los platos se oxide. Solo debes colocar un rectángulo de este por debajo del instrumento de limpieza.
Cada cuánto hay que cambiar la esponja de lavar los platos, según estudio
Un estudio realizado en Alemania ha revelado el momento exacto en el que debes sustituir la esponja de lavar los platos. Las conclusiones del mismo, a las que puedes acceder a continuación, fueron publicadas en revista Scientific Reports, y citadas nada menos que por la BBC Mundo.
En concreto, fueron 14 los ejemplares analizados para llegar a la conclusión de que una esponja de lavar los platos pueden afectar la salud. Además, también se pudo comprobar que este microorganismo es el que causa mal olor en las mismas.
Sin más rodeos, este estudio señala que una esponja de lavar los platos debe ser modificada al menos una vez por semana, en promedio. Si esto no se hace con frecuencia, las bacterias presentes en la misma podrían duplicarse.