Bernardo Stamateas[email protected]

La mayoría de las personas tienen la tendencia a evitar situaciones que perciben como riesgosas debido a la creencia de que podría ir mal. La fobia consiste en un miedo intenso y constante (ante un peligro imaginario) que limita nuestra vida, tanto a nivel emocional como social pues en algunos casos puede llegar a paralizarnos por completo.

Jamás deberíamos dejar que una fobia (ni ninguna otra forma de esclavitud mental) nos venza. El primer paso para superarla es tomar la firme decisión de enfrentar los temores que nos impiden accionar, para luego llegar a descubrir qué provocó esa fobia. Por supuesto, hacerlo aunque cueste y nos duela.

Cuando tenemos la valentía de ver y aceptar nuestros miedos más profundos (que muchas veces negamos) y trabajamos arduamente para superarlos, siempre acabamos transformándonos en seres humanos con mayor fortaleza y capaces de ayudar a otros que pasan por lo mismo. Las fobias parecerían ser una epidemia generalizada hoy en día.

Alguien con alguna fobia puede hacer dos cosas:· Evitar aquello que le produce ese miedo irracional (y casi siempre irreal).· Procurar ayuda profesional para enfrentar y calmar esa emoción tóxica.La primera opción no es de ninguna manera la más inteligente, pues evitar un problema nunca lo resuelve (esto aplica a cualquier tipo de problema), más bien lo hace crecer. Lo ideal en estos casos -siempre se recomienda a una persona con algún tipo de fobia- es realizar una terapia, la que suele ser breve pero altamente eficaz.

Las siguientes son ideas prácticas que pueden colaborar en el tratamiento profesional de las fobias:· Aceptar que tenemos miedo, es decir no tenerle miedo al miedo. Esto es fundamental para comenzar a hacer algo.

· Remplazar los miedos irracionales e irreales que aparecen en la mente por emociones positivas que nos transmitan calma y seguridad.

· Aprender a confiar en uno mismo. Hay gente que confía en los demás pero no en sí misma. Para llevarnos bien con otros necesitamos primero llevarnos bien con nosotros mismos.

· Cultivar pensamientos que nos lleven a accionar (del tipo: "Lo voy a hacer y me va a salir bien"), pues una fobia hace precisamente todo lo contrario: nos paraliza.

· Jamás resignarnos a vivir con una fobia que no nos permita ser libres. Decidir ser felices. Todo en la vida empieza con una decisión.

Existe una clase de fobia que se conoce como "fobia social" y tiene que ver con las relaciones interpersonales. Pero aquí tenemos que hacer una distinción entre timidez o introversión y fobia social. Todos podemos ser un poco tímidos, o reservados, en ciertas situaciones pero eso no nos impide avanzar.

A menudo alguien introvertido es tildado de antipático cuando, en realidad, se trata de una persona que disfruta su mundo interior y prefiere la soledad a la compañía. Mientras, alguien con fobia social teme constantemente ser juzgado y criticado. Por eso hará todo lo posible por evitar hablar en público, tener una relación amorosa, ir a eventos sociales, comer acompañado, estudiar en grupo e incluso andar por la calle.

¿Es posible superar la fobia social?

¡Claro que así! Al igual que cualquier otra fobia. En este caso, como la persona adquiere el hábito de observarse a sí misma, debería posar su mirada en los demás. También resulta útil hacer el esfuerzo para soltar el miedo al error, relajarse y saber que equivocarse no es el fin del mundo.

Esto hace que la ansiedad disminuya y que la persona comience a tener otra visión de sí misma y del mundo que la rodea.

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